Sí, por
un lado, todos hemos enaltecido una que otra cosa en nuestro CV cuando buscamos
trabajo. Que tire la primera piedra quien no. Sin embargo, por el otro, las
empresas también mienten prometiéndonos cosas que no van a cumplir u ocultando
detalles cuando están buscando llenar una vacante.
En mi último
trabajo, me contrataron como asociada de Mercadotecnia y Comunicaciones en una prestigiosa
consultoría de negocios de renombre internacional. Rimbombante el título y la
empresa.
Según
esto, mis funciones implicaban investigaciones de mercado, propuestas,
programas de desempeño y desarrollo, entre otros; o bueno, aprender a hacerlo. Sin
embargo, después de 6 meses en la empresa, el 85% de mis responsabilidades solamente
no fueron más que ser una simple recepcionista/secretaria/asistente/niñera de
mi jefe.
Principalmente,
manejaba su agenda e itinerarios, reservaciones de vuelos, facturación (es
decir, solicitar y verificar facturas ni si quiera elaborar presupuestos),
contestar teléfonos y hasta abrir la puerta.
Sin
ofender a todas aquellas dedicadas a estas labores pero no era para lo que me habían
contratado, mucho menos para lo que me preparé. Uno no estudia una Licenciatura
en Mercadotecnia ni Maestría en Psicoterapia para ser secretaria. Perdónenme,
pero discúlpenme. Por supuesto, eso jamás lo mencionaron.
Además
ya se imaginarán, si ocurrían detalles como: comprar un boleto de avión
utilizando su nombre completo (ya que detesta su segundo nombre), no usar la
tipografía que él quería en algún archivo, no bajar el mapa llegar a alguna
cita que él mismo había agendado, no recordarle sus citas incluso personales o
avisarle cuando alguien le enviaba un mail, chico grito que me echaba. Y pensar
que había dejado una gerencia por eso.
Para
rematar con broche de oro, mi contrato era por honorarios. ¡Gracias! O sea: ¿aguinaldo?
¿PTU?¿Pensión? ¿Seguro? ¡Olvídalos. . . Socia! Si te alcanza, lo pagas por tu
cuenta, sino esperemos no lo necesites. Como el 99% de los mexicanos, eso no lo
leí al momento de firmar.
Hablemos
del horario: 9:00 – 19:00 hrs. de lunes a jueves con dos horas de comida. No
está tan mal, pero de nada sirven dos horas de comida cuando no sales de la
oficina. Por mis egresos actuales no podía darme el lujo de si quiera una
comida corrida, entonces se volvió el tiempo que dedicaba a mis adoradas redes
sociales, sumando un total de 10 horas diarias pegada a la pantalla.
Estar
encerrada en una oficina 10 horas al día, encadenada a un escritorio, continuamente
pegada a una pantalla, con un tipo que sólo le gusta gritar, definitivamente no
es forma de vivir.
![]() |
Imagen obtenida de Fratela |
Posts Relacionados:
0 Testimonios:
Publicar un comentario