jueves, 23 de abril de 2015

74. On the Hook

Chocoaventura por Rana Existencial en 14:51

“Ni pichas, ni cachas, ni dejas batear.” Seguro saben a qué o mejor dicho quiénes me refiero. Hay personas que nos gustan, con quienes nos llevamos de maravilla, a las que claramente les agrada nuestra compañía y hasta es muy probablemente que también les gustemos. Entonces, si todo esto suena tan bien ¿cuál es el mentado  problema? Muy claro: no se comprometen; probablemente porque no les interesamos en realidad.

Les gusta tenernos cerca, pero hasta ahí; si sale algo mejor, pues salió algo mejor.

Hace ya varios ayeres, terminando la carrera, yo estuve varios años obsesionada con un llamémosle “Tipo.” Era cuate de unos conocidos, me encantó desde que lo conocí. Salimos un par de veces, ambas cerrándolas con acalorados besos. Un día de la nada, me da el cortón pues va a empezar a andar con una chica tras la que había estado meses atrás y por tener novio no lo peló.

Ya se imaginarán, me la vendió diciéndome que a mí me conoció justo cuando había desistido la persecución, pero cuando esta chica cortó con el otro, lo empezó a buscar a él, bla bla bla. Equis. Agradecí el aviso, me alejé por respeto a mí y a ella. En ese momento, ahí terminó la historia.

Unos meses después, me mudé a Veracruz. Ya estando allá, retomamos el contacto por Messenger, “¿cuál sería el problema si no nos veríamos?” – me dije a mí. Poco a poco, empezamos a conversar más y más seguido de cosas más y más íntimas. Empezamos a salir algunas de las veces que fui al DF; bares, cenar, rockband, etc. Nunca pasó nada de nada, pero la química seguía latente, on hold. “Si tan solo no tuviera novia,” pensaba yo constantemente.

Después de un par de años de continuar así, por fin cortó con su dichosa novia. Me dije “de aquí soy,” pero pues no. Varias veces le di “el cortón” por amor propio, pero mi amor propio me duraba meses y volvíamos a conversar como si nada pasara.

Así fue un tiempo hasta que un fin de semana por primera y única ocasión fue a verme al Puerto. Mi objetivo primordial era tener un fin “no strings attached” para ya sacarlo de mi sistema de una vez por todas y poder dejarlo ir.

No fue el caso, convivir con él en tiempo real, verlo interactuar con mis amigos, ayudó a que me clavara más. Cuando se fue, incluso le pedí lo intentáramos a distancia porque “estamos chido juntos,” etc., etc. Su respuesta a grandes rasgos fue:

“Creo que debí ser más asertivo, cuando quieres con alguien te aplicas y no te andas con medias tintas.” Comentario que derivó en un post llamado: Asswhole, que puede pasar a leer si quiere en este link.

Claro, ¿cómo negarlo? Tiene toda su maldita boca llena de razón, cuando te late alguien te aplicas y punto, no hay otra. El pedo fue que este “tipo” se tomó tres largos años en ser “asertivo” y yo el mismo tiempo en ver que no más no estaba into me, como dicen en la película.

Obviamente jamás volví a hablar con él; ni si quiera para mentarle la madre. A los pocos meses supe por Facebook que tenía novia, otra vez. Terminé optando por bloquear su perfil en nombre de mi amor propio y sanidad mental.


Triste pero cierto; así pasa cuando sucede.


Imagen obtenida de Confessions of a online dating queen



Posts Relacionados:


Malqueridas

0 Testimonios:

Publicar un comentario