martes, 1 de octubre de 2013

68. Yo me ocupo de MÍ

Chocoaventura por Rana Existencial en 10:55
Por la televisión o las películas, escuchamos muy seguido la frase “Daddy Issues,” pero ¿todos sabemos qué significa? Una idea que he escuchado muy seguido de amigos, terapeutas,  libros es que nosotros en nuestras parejas buscamos ya sea nuestro padre o madre (según el caso). Por muy creepy que suene esto, este fin de semana concluí que es verdad.

¿Se han preguntado por qué a veces pareciera que cada uno de nuestros Exs es la misma persona con diferentes caras? Algunos hasta nos hemos percatado que tenemos un cierto patrón; es decir, seguido nos encontramos en relaciones con las mismas situaciones y conflictos. A mí me gusta llamarles Pruebas NO superadas.

Algo que he aprendido en mi Maestría en Psicoterapia y  gracias a muchas personas cercanas a mí es que aprendemos a relacionarnos con los demás de nuestros papás. Piénsenlo: Nuestro padre del sexo opuesto nos enseña a cómo “deben” tratarnos, mientras que el de nuestro sexo nos enseña a cómo “debemos” reaccionar nosotros al respecto.

Por esto mismo, es común que quienes vivieron durante la infancia situaciones de alcoholismo, adicciones, violencia doméstica de cualquier tipo, celotipia, control, posesión, ausencia ya sea por divorcio o trabajo, las repitan durante la adultez. Simplemente por haberlo vivido desde pequeños, lo aprendieron como “normal.”

En situaciones extremas como el caso de Alcoholismo o Violencia es muy fácil criticarlo. Tristemente, yo pensando que era la excepción, me pregunté ‘qué me han enseñado mis padres’ para descubrir que no lo soy.

Un poco de contexto: mi patrón son chavos que no tienen tiempo para mí, principalmente por el trabajo. Si algo detesto en una relación es que no me den tiempo que YO DEMANDO.

No me considero la persona más needy del planeta: no espero verlos diario, 15 llamadas al día o estar todo el tiempo pegada al chat platicando con esa persona. La verdad no, de hecho, la idea me da flojera. Sin embargo, si de por sí nos vamos a ver con tiempo limitado, quiero que el tiempo libre que tienen me lo dediquen a mí. Para bien o para mal, eso sí lo espero.

El problema viene cuando no cumple con la cuota de tiempo demanda por mí. Ahí sí vienen reclamos, reproches, viajes al diablo sin boleto de regreso porque en verdad me duele estar esperando “a ver a qué hora tienen tiempo para mí.”  He de confesar que a veces se me olvida que la otra persona también tiene vida además de mí: él mismo, familia, pasatiempos, aficiones que no necesariamente yo comparta, etc.

Por patético que suene, soy la típica idiota que sí sabe que hay “posibilidades” de ver a su novio cierto día, manipula su agenda para estar libre ese día y poder verlo. Patético, pero cierto. También he notado que si me pide lo acompañe a algo que ciertamente me da flojera, ahí estoy  “pasando tiempo de calidad juntos,” picándome los ojos en el proceso. Triste, pero cierto. Entonces, ya se imaginarán el enojo que me causa, si no es recíproco; si el susodicho cambia el plan, cancela al último minuto, puff, o se le ocurre dejarme plantada. Mejor ni lo imaginen.

Ahora bien, adivinen cómo es mi papá. Entre el trabajo que le apasiona, el golf que ama, el Club Rotario que sigo sin entender  porqué diablos le gusta tanto, la COPARMEX, otra asociación de difusión cultural en la que está y sus acostumbrados compromisos sociales, casi no pasa tiempo con nosotros. . . desde enanos. Lo cual obviamente hasta la fecha me duele a mí y lastima muchísimo mi mamá (con quien es tema de discusión constante). Así aprendí a relacionarme: reclamando me dediquen tiempo. Suena verdaderamente triste ahora que lo analizo.

Este fin le estuve dando muchas vueltas al asunto. Medité, lo platiqué con una de mis mejores amigas, hasta que de repente, cocinando, tuve una revelación: “No son ELLOS, soy yo la que tiene que dejar de estar esperando a ver cuando tienen tiempo para mí.”

Llegué a la conclusión de que tengo dos opciones: me busco a alguien que quiera y pueda pasar conmigo el tiempo  que yo demando o acepto a las personas como son y busco llenar mi tiempo con planes míos. 
¿Cuál les parece más sencilla de realizar?

Puedo armar planes más seguidos con mis amigos, leer, escribir, ir a un museo, ir a coyoacanear, irme a un café con un buen libro, llevar a Yako a un parquecito o de fin de semana, tomar clases de tango, diseño gráfico, cocina, repostería, yoga, dibujo, ilustración, ver películas, turistear, lanzarme a una estética o spa a que me consientan, dormir, trabajar, estudiar lo de la maestría (que tengo re atrasado), hacer mi tarea del diplomado, echarla, cocinar, recordar cómo patinar, mix upear.


Opciones hay muchas. Ya depende de mí preguntarme qué quiero hacer con mi tiempo, en vez de estar esperando a que alguien lo pase conmigo. Al final de cuentas, es mi vida, mejor Yo me Ocupo de Mí.



Imagen obtenida de Ángeles Amor

Posts Relacionados:


0 Testimonios:

Publicar un comentario