A la mayoría de las personas nos gustan las mascotas. Tener quien nos haga fiesta cuando nos levantamos, llegamos a casa, salimos a pasear, alimentamos, ¡es increíble, verdaderamente genial! Sin embargo, no todo el tiempo es fácil; los perros no nacen sabiéndose comportar. Se requiere mucha paciencia y tiempo para lograr hacerlos perros de bien. De hecho, sigo en ese sendero con mi puchunguis.
Por ejemplo, yo vivo en un depa, para evitar haga sus gracias en él, de menos debo sacarlo 4 veces al día y a veces eso no es suficiente; cuando tiene que hacer, tiene que hacer y ni quién lo pare. Claro, la mayoría son salidas de 5 minutos, a lo que va y de retache, pero ya son 4 paseitos al día. La primera debe ser en cuanto me levanto; es la que más trabajo me cuesta.
También hay que acostumbrarlo a comer a ciertas horas y tratar de respetar esos horarios (así se evitan los accidentillos adentro de la casa). Hay que enseñarle con qué jugar y con qué no sin regañarlo; es bueno comprarle juguetes para que no use los muebles como sus juguetes. Incluso hay que enseñarle a quién ladrarle y a quién no; eso me ha costado un poco de trabajo, a cualquiera que pasa le ladra, aún siendo mis vecinos.
Hay que enseñarles tantas cosas sin traumatizarlo, sin pegarle fuerte, sin recurrir al peridicazo. No siempre se tiene tanta paciencia. Todo a mero condicionamiento de Pavlov: hace algo que me gusta y lo elogio, apapacho, o le doy un premio; hace algo que no me gusta y en ese mismito momento lo regaño para que después de unas veces lo deje de hacer. Y ambas tienen que ser en infraganti, con las manos en la masa puesto que si es un minuto después, ya no lo relaciona.
Cuando hace algo malo, en caliente viene el regaño; pero cuando hace algo bueno, pasa por desapercibido. Así no aprende lo que queremos que haga.
Hay que quererlo, demostrárselo, jugar con él, convivir, pasar tiempo con él, disfrutarlo, apapacharlo, crear un vínculo. Tener una mascota no se trata de sólo darle de comer, ponerle agua y no pelarlo el resto del tiempo. Es un miembro más de la familiar.
¡Uchas! Y si tienen hijos pequeños, hay que enseñar a sus hijos cómo cuidar y educar a su mascota.
Así que mi mejor consejo al respecto siempre será: piense muy bien cuando quiera adoptar a un nuevo miembro en su familia; no lo haga si será un dueño desconsiderado más de este planeta.
lunes, 4 de julio de 2011
Tener una mascota
Chocoaventura por
Rana Existencial
en
10:17
Debrayes
Un poco de esto; un poco de aquello
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YaKo Aventuras
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