Sí, definitivamente ya no soy tan parrandera como hace 10 años. Difícilmente
vuelvo a aplicar la de regresar de la fiesta a las 7:00 am, dormir un rato
para despertar y lanzarme a alguna parrillada o albercada hasta la
madrugada del día siguiente. Para ser sinceros, ya no estoy para esos trotes juveniles.
Mis planes actuales suelen sólo implicar ir por un café o tal
vez un par de drinks, a cenar, al cine, echar una peli o maratón de series en la casa. Si salgo, generalmente regresp temprano porque por lo común a partir de las 11:00
de la noche, ya me anda dando sueño. Sí, ya estoy chocheando, ni qué hacerle.
Sin embargo, de vez en cuando, aún a estas alturas del partido y
con la chochez inminente, uno que otro sábado por ahí perdido, me dan ganas de
salir, echar fiesta, bailar, parrandear, algo medio parecido a esos hermosos
viejos tiempos.
Lamentablemente, ahora el problema al que muchas veces me
enfrento es con quién salir. Todas mis amigas tienen novios, esposos, babies o
combinación de éstas, y si no: trabajos demasiado demandantes que si no son hasta los fines, las dejan fritas éstos.
Entonces, está cabrón. Definitivamente ya no es lo mismo salir
ahora que cuando tenía 20.
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