Apenas
me está cayendo el 20 de que yo huyo… de sus implicaciones.
En una relación,
generalmente, busco excusas para convencerme de que no es para mí y como no es
para mí, ¿para qué chingados perder mi tiempo ahí? De inmediato, aplico pies en
polvorosa.
¿Por
qué huyo? ¿De qué huyo? No lo sé, es una tendencia. No sé si sea miedo a ser
lastimada o dejada. Mis razones o excusas me siguen haciendo sentido durante
años, así que no me cuestiono demás.
En
general en cualquier ámbito, me cuesta aferrarme. Para todo, suelo tener planes
alternativos maquinados de ante mano por si el plan "A" no funciona,
de inmediato pasar al "B," "C," "D"...
Tal vez
sea instinto de supervivencia, una especie de modus operandus. En verdad
quisiera conocer la receta mágica para no querer salir corriendo de alguien o
algo.
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Imagen obtenida del blog de Fernanada Cervantes |
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