Despistada

Hoy salgo de viaje, vacaciones. Sí ya sé, parezco jefa, empiezo a trabajar en un lugar y al mes me voy de viaje. Bueno, lo tenía planeado desde el año pasado, por lo que desde que me contrataron de regreso en Veracruz, avisé de mis planes. Sobre advertencia no hay engaño.

¿A dónde voy? Aún no les puedo decir. Pero seguro estaré subiendo fotos a mi Instrangram: @Animeshi, Twitter: @LunaZombie, y ya saben en mis Fan Pages: Facebook.com/RanitasExistentialCrisis y Facebook.com/AnaMora.MakeItHappen.

Síganme si quieren chismear el viaje.

En fin, el post que atiene hoy es mi pinche despiste. No inventen, el viernes en la noche salí al DF. Como buena mexicana decidí arreglar mis cosas ese último día porque tenía una hora y media de colchón antes de tener que lanzarme al aeropuerto.

Grave error. Ese día cerramos la semana con una junta de cierre de Mayo media hora antes de la hora de salida. Resultado, salimos tarde y por las prisas dejé el cargador de la compu en la oficina, de lo cual no me di cuenta en mi casa hasta 20 minutos antes de salir para el aeropuerto.

¡Vientos, Rana! ¡¿Cómo diablos voy a trabajar, postear, programar tweets para mis redes, estos días si no puedo usar mi compu?! Me estoy volviendo loca, ahorita estoy en un café internet descargando mi Fua, entre Reggeaton y teclas que se traban. ¡Ahhhhh!

Ese día en la noche, regresando de ir a taquear con un amigo que pasó a recogerme al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, noté que también dejé mi maquillaje. ¡Noooooooooo! Yo soy de aquellas vanidosas, inseguradas que no van ni al super sin maquillarse. O sea, si tengo que hacer algo más allá del Oxxo de la esquina, me pongo de menos base, rubor y rímel. MÍNIMO. Ahorita nada. Me quiero volver chango.

Para aumentar mi lista de descuidos, en la mañana del sábado noté que dejé desodorante y rastrillo, digo es barato comprarlos, pero chale con mi vida: me acordé de traer enjuague bucal, acetona, aceite para el cabello, pero no desodorante. Ya noté cuáles son mis prioridades.

Tampoco me traje audífonos. En general, esto ya no suele ser tan vital, sin embargo, si por cuestiones de capacidad de memoria en el celular, no le has descargado canciones y sigues usando el Ipod, sin audífonos, no sirve de nada el Ipod. ¡Grrrrrrrrr!

Ya se imaginarán, aquí sigo en el café internet, haciendo corajes con todo lo que olvidé por dejar mi maleta para el último. En serio, no sé ni dónde tengo la cabeza.

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