No les pasa que seguido sienten que no les alcanza el tiempo. No sé en su caso, pero en el mío, es levantarse arrastras (levantarme temprano no es lo mío); bañarme, arreglarme mientras desayuno o manejo porque ya se hizo tarde. Estar casi anclada en la oficina ocho horas diario. Regresar a hacer de comer, generalmente para el día siguiente, atender a Yako, a veces a limpiar mi casa o planchar, hacer ejercicio, cuando se puede.
Los poquitos minutos que me quedan libres son ya sea para
descansar, ver tele, estudiar; nunca en el mismo día, eso ya es un milagro. Si
a esto le sumamos que había estado tomando cursitos, talleres, ahora a la
maestría. . . Ya se imaginarán mis días.
No sé qué sucede pero últimamente no he tenido tiempo ni
pintarme las uñas. Literal. Menos para salir entre semana. Contadas veces me
voy de coffee con las amigas o al cine con el
novio. No da tiempo. ¡Qué horror de vida!
Obviamente, todo lo vamos dejando para el fin de semana y
cuando al fin llega no alcanza para hacer ese cúmulo de actividades postergadas
que entre semana no se pudieron realizar. O si no alcanza el tiempo los sábados
y domingos, ni ganas de salir pues estoy agotada.
¿Soy yo o cada vez rinde menos el tiempo? ¿A usted querido
lector le pasa lo mismo? Extraño los días en los que podíamos darnos el lujo de
echarnos a ver cuatro horas seguidas de tele porque no teníamos nada más qué
hacer. Quisiera no tener nada mejor que hacer.
Te extraño vida simple y sencilla, ¿a dónde te fuiste?
Posts Relacionados:
0 Testimonios:
Publicar un comentario