Desde la semana pasada no me he sentido bien. Me está costando horriblemente levantarme; onda que ha habido días me paro hasta las 8 am cuando entro a trabajar a las 9. A veces despierto, adolorida del cuello, hombros o espalda; lo que significa que no estoy durmiendo bien. En consecuencia, todo el día estoy somnolienta. A las 5pm que salgo de trabajar, me siento terriblemente cansada, entonces ni ganas de hacer algo.
Además últimamente me he sentido extraordinariamente tensa: dolores de cabeza que han llegado a durar todo un día, dolores en la mandíbula, supongo que de tanto apretar los dientes, dolores en cuello y espalda. Sobre todo, estos dos últimos días. ¡Ayer en serio no aguantaba!
En verdad no sé por qué me siento así, menos cómo evitarlo. Mañana tengo un examen importante en CNSF, sí ando nerviosita, aunque no es cómo para estar estresada tanto y tanto tiempo. Están remodelando mi oficina y claro, el escuchar constante martilleo sí afecta; pero no es de todos los días. De verdad, estoy que no me calienta ni el sol.
Hoy, como cereza del pastel, entró un norte bárbaro. Para aquellos no porteños que no saben que es un norte, se trata de vientos huracanados provenientes del Norte (como su nombre lo indica), con harta fuerza, que pueden llegar a tener una velocidad de hasta los 160 km/hr. Es decir, sí son lo suficientemente fuertes para estar jodiendo.
Así, sacar a Yako a hacer se vuelve toda una faena porque como le da miedo al pobre, se cohíbe y tarda años en hacer. A eso suménle que termino empanizadísima, como recordaran vivo en la playa, entonces lo que arrastra el viento siempre es arena (¡GRACIAS!). Por lo tanto, de ser una tarea de 10 minutos, se convierte en una de casi 25.
Regresamos a la casa, agarro mis tiliches, enciendo el carro, abro la puerta del garage y ¡madres! no puedo salir porque el estúpido norte me la cierra por lo liviana que es. ¡BIEN! Casi le pega dos veces a mi pobre ClaraBella. (¡Estúpido Norte!).
Superamos la puerta, logramos salir de mi casa. Vamos manejando, aplicando maniobras chilangas para no llegar aún más tarde y sopas, de repente escucho que algo cayó sobre mi carro: ¡Un coco! Sí, claro, no hay que olvidar que aquí, cuando hay norte, hay que cuidarse de los cocos cuando se maneja del lado de los camellones. (¡Estúpido Norte!). Bueno, al menos, no lo abolló.
Llegamos al trabajo, 25 minutos tarde ¿por qué no? Subo los tres acostumbrados pisos, entro a mi oficina y TODO lleno de polvo. Esta vez no sólo por el norte, también por las remodelaciones. Ahora sí: ¡completamente hasta la madre de todo eso! Me tomó media hora poder limpiar de menos mi escritorio y al área circundante; evidentemente, no tengo actitud de mover un dedo más.
¡Me quiero ir a mi casa! Hoy era día de no salir. Esas han sido las primeras dos horas y media de mi día, ¿a ustedes que tal les va?
Bueno, ahora sí los dejo, ya voy a ponerme a trabajar. Por cierto, si tienen consejos caseros y prácticos para dejar de sentirme tan tensa o evitar los dolores que ya mencioné, pásenlos por fa. Los tés no están ayudando tanto como esperaba.
Post Relacionado:
Break Needed
jueves, 26 de enero de 2012
Levantarse con el Pie Izquierdo
Chocoaventura por
Rana Existencial
en
8:45
Debrayes
Sólo un ratito de Grinches
1 Testimonios:
Hay varias formas:
Desde masajes, tomar té, darse un baño caliente, algunos recomiendan no tener pantallas (tele, compu, celular) prendidas porque hay no se qué que activa tus ojos y te mantiene en alerta, y...
Bue... remedios hay muchos, a mí lo que me ha funcionado es hacer muchas actividades físicas para terminar muerto en la cama, en fin...
De verdad espero que te mejores pronto.
Publicar un comentario