No está mal, no lo critico del todo. Sin embargo, tampoco apoyo esa idiosincrasia.
¿Cómo puedes saber cómo eres tú en realidad viviendo bajo las reglas de alguien más?
Es decir, no puedes saber qué tan fiestero, trasnochero, sucio, flojo, o por el contrario: limpio, ordenado, compulsivo, eres en realidad al seguir viviendo con los regaños de mamá. ¿Cómo puedes llegar a vivir con alguien, si no te conoces al 100%? Si no puedes decir: éste soy yo, en todo mi esplendor.
A mi parecer debe ayudar a madurar, descubrir qué se está dispuesto a ceder y qué no se piensa tolerar por absolutamente nada.
Para los hombres, ya no es tan común. Es normal que se salgan (o los corran), de casa un poco antes. Vamos, ¿30 y aún bajo el ala de mami? ¡SPOOKY! Al menos, yo sí emprendo la retirada.
Sin embargo, para las mujeres no. Sin anillo o promesa de tal, jamás. Pocas, en verdad muy pocas, las que se aventuran a probar la libertad e independencia de tener tu propio espacio porque simplemente como sociedad no estamos tan acostumbrados a esa idea.
Sigo diciendo, no es común, pero en realidad no tiene nada de malo probar tener tu espacio en el cual puedas imponer tus propias reglas, antes de llegar a uno compartido y tener que negociar dichas reglas.

2 Testimonios:
Yo tambien quería haber tenido mi propio espacio antes de compartirlo con mi pareja, pero las cosas sucedieron de manera diferente a lo previsto y no hubo opción.
Enhorabuena por tu blog!!
http://creciendocondavid.blogspot.com/
Pues si se acoplan, ¡Disfrútalo! Tampoco creo que sea malo...
Muchas Gracias por tu otro comentario!!
Checo el tuyo blog...
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