Amor en los tiempos de MSN

Hoy en día, mantenerse en contacto es impresionantemente sencillo. El desarrollo de la tecnología acorta distancias. Lo vivimos día a día. Tener amigos del otro lado del globo terráqueo se vuelve más y más común, realmente estar al pendiente de ellos es cosa de nada. Un problema, una tristeza, una alegría, siempre habrá, al menos, quién te lea. Sí, un medio más impersonal, pero eficiente (confesiones de una adicta).

Ahora bien, hablemos of that little thing called love, sabemos que amor de lejos, amor de “entes pensantes”. ¿Qué sucede en estos tiempos modernos? Analicemos por partes: ¿en qué consiste una relación? Compartir nuestra vida, o en su defecto una parte de ella, con quien congeniemos, intimemos, respetemos, confiemos, etc., etc., tengamos metas en común y sobre todo la pasemos a toda madre (al menos, ese es el ideal).

Sí, la parte del contacto físico y poder intimar con alguien sí se trunca con aquello de la distancia, eso que ni qué. Sin embargo, la parte de conocer a alguien a través de los fríos medios electrónicos no necesariamente. Cada vez es más común, escuchar hablar de muchos casos EXITOSOS que aún estando en polos opuestos logran que las cosas marchen. ¿Cómo le hacen? NPI; pero al parecer de que se puede, se puede porque al final de cuentas toda relación es cuestión de voluntad pues QUERER es PODER. Así que si ambos quieren: ¿por qué diablos no? Solamente, habrá que hacer uso de la compu, el teléfono fijo, la lista de números frecuentes, las líneas aéreas bara-bara o los km acumulados. Sigo diciendo, al final de cuentas, querer debería ser poder, no? (jajaja, sí, claro!)