lunes, 19 de octubre de 2009

Devil wears Prada

Chocoaventura por Rana Existencial en 7:49

Fuera de los diseñadores, el glamour, el fashion del mundo de la moda, creo que está película conlleva a una reflexión interesante. Me parece curioso cómo un trabajo se puede ir atragantando a una persona, incluso cuando dicho trabajo no le gusta. Saben que soy apoyadora de trabajar, emprendernos, luchar, rompernos la casta y salir adelante. Sin embargo, no apoyo que nos dejemos tragar por una sola actividad y dejemos de lado los demás aspectos de nuestra vida. Lo dije cuando escribí esa peque crítica a las mujeres que dejan su carrera de lado por completo por dedicarse a sus hogares. NINGUNO de los extremos es bueno.

Lo común es ver cómo los hombres se vuelven workaholic, con la excusa de proveer a sus familias lo mejor que puedan; pero también se vuelve más normal ver mujeres caminando hacia ese rumbo. Personas intensas, les llamo. Intensean con respecto de sus trabajos. Dejan que poco a poco los absorbe, a grado que se alejan de sus amigos, parejas, familias, ellos mismos.

Trabajar es increible, sentirte útil, ser bueno en ello y te recompensen por tal motivo, no tiene precio. No obstante,el chiste es mantener el equilibrio en nuestras vidas y no que un aspecto nos limite de los demás.






(Nota dedicada a Erikuchis.... Te extraño!)

2 Testimonios:

ωîŋφωîŋδ ŋîφђτłîφђτ ғłψ... dijo...

Tienes razón. todo exceso es malo.

Muchas veces buscamos en ascenso, el desarrollo profesional o mejores oportunidades, y por eso dejamos de convivir con la femilia, la pareja, los amigos o demás.

Hay que saber delimitar el tiempo, saber que hay horas en las que trabajar es punto menos que el pecado (como el sábado en la noche o el domingo en la mañana)y dedicar ese tiempo completamente a balancear la vida.

Saludos.

Rana Existencial dijo...

Lo que habría analizar es por qué hay algunos trabajos donde no se puede poner esos límites? En serio, sí los correrán si no trabajan 20 hrs al día?

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