El jueves pasado estuve en el Defectuoso, pues una amiga me
pidió ser su wingwoman en un Networking. Me imagino que desde ese día me
contagié porque agarré una gripa espantosa, acompañada de una infección en la
garganta. ¡Uju!
Mi recuento de los últimos días:
Sábado en la noche: tumbada en la cama con calentura, ¡muy
bien yo! ¡Qué divertida forma de pasar mi fin de semana!
Domingo en el camión de regreso: con tos de perro. ¡Iuuu!
Lunes todo el día: tumbada en la cama por completo. Ni si
quiera con ánimos de ver películas.
Ayer al menos ya me pude levantar y salir un rato de mi casa.
Hoy por fin ya estoy viendo la luz al final del túnel.
No recuerdo cuando fue la última vez que una gripa me tumbara de esa manera, definitivamente no es de Dios. Lo peor es no tener quien cuide de ti por
jugarle a la mujer independiente emprendedora que ni si quiera quiere tener
roommies.
Por cierto, acepto toda clase de recomendación para mejorar
mis defensas y evitar recaer.
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| Imagen obtenida de La Prensa |
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