No soy tan fan de Queen. Me encantan sus sencillos; sin
embargo, fuera de ellos, desconozco su música o trayectoria. Aún así, he de admitir
que amé la película que acaba de salir sobre Freddie Mercury.
No sabría decirles qué tan verídica es o si en verdad le
hace justicia al difunto líder de Queen. He leído un par de controversiales críticas
al respecto en las redes. Lo que puedo decir es que lo más me gustó fue que me transportó
a mi época de estudihambre en la que me lanzaba a tanta tocada o concierto mi
pobre cartera me lo permitiera.
Para aquellos que verdaderamente amamos la música, ésta no solo se escucha. La música se
vive, se siente, se siente a tal grado que una canción puede sacarte lágrimas ya
sea tristeza o felicidad. Como alguna vez dijeron en la película Almost Famous:
“What it is to be a fan, you know, to truly love some silly little piece of
music or some band so much, that it hurts.”
Bohemian Rhapsody me recordó esa emoción de conectarte con
tu banda favorita durante un concierto… recordarlo para mí, no tiene precio.
Saben, es una lástima que no tuve la oportunidad de verlos en vivo, lástima
que son contadas las bandas de ese calibre que siguen vivas, lástima que el
capitalismo dicta todas las reglas del negocio musical, lástima que la gente
prefiera música basura. Pero GRACIAS a quienes con su música nos hacen vivir.
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