jueves, 1 de octubre de 2015

Tumor Benigno

Chocoaventura por Rana Existencial en 12:31

En el pasado mes de Abril, después de haber llevado a rapar a mis gordos, noté una pequeña garrapata en el pipi de mi Yakito. Grande. Gorda. Asquerosa. De esas garrapatas que sólo quieres arrancarla y aplastarla por estarle chupando la sangre a tu bebé…. Malditas garrapatas.

Al acercarme, noté que no se trataba de uno de esos bichos, más bien, una especie de berruga. Me tranquilicé y no le di importancia; al fin si fuera algo qué temer, ya me hubieran dicho en la veterinaria. Creció su pelo, me olvidé del asunto y ahí quedó, por el momento.

Hace un par de semanas, volví a llevar a raparlos. Se  asomó de nuevo la berruguilla. Para mi sorpresa, no sólo seguía ahí, sino que había crecido un poquitín; medio milímetro, tal vez un cuarto de milímetro, pero creció la condenada.

En un principio, no me alarmé, partiendo de la misma premisa: si fuera algo para alarmarse, me hubieran dicho. Sin embargo, después de haber dejado escurrir dos semanas entre juntas, cursos, talleres, reuniones, esa berruguita no dejó de estar en mi mente estos días. Entonces, decidí llevarlo para preguntar, más vale PrevenIMSS.

Tumor, muy, muy probablemente benigno; fue el diagnóstico de la veterinaria. Nada de qué alarmarse en realidad, pero sí ocuparse. Me recomendaron extirparlo lo antes posible y mandarlo a estudiar para verificar sea verdaderamente benigno. Yo con ojos Remy y el Jesús en la boca, mientras decía eso.

¡Tumor! Tumor igual a Cáncer hoy en día. De hecho, incluso mencionó la palabra “C” en su explicación. Cáncer como muy lejana posibilidad, pero refiriéndose a mi bebé, a esa pelusa que hace menos de 6 años cabía en la palma de mi mano y mordía zapatos. Mencionada fue.

El lunes siguiente lo llevé sin titubear. Mamá Paranoica me dicen. En ayunas, angustiado y ansioso. Detesta las veterinarias. Lo dejé jalando con la correa al veterinario, pidiendo no lo dejara y me lo llevara conmigo. Sufrí, cual madre dejando a sus niños en la guardería. Ojos Remy de nuevo.

Dejé con cobijita, sus croquetillas y su platito, Mamá Sobre Protectora también me llaman – que al menos pudiera comer después del rato en ayunas y tuviera algo conocido con él después del procedimiento.


Todo bien al recogerlo: ansioso y estresado como siempre; saltando, dando vueltas y jalando para irnos de inmediato. Como siempre. Nada fuera de lo común. Le mandaron pomada la cual aplicar 3 veces al día en la heridita, pastillas, desparacitante. Habrá que regresar para que le quiten el punto y esperar unos 15 días los resultados del estudio – de nuevo, con el Jesús en la boca.



Mi pelusita
Diciembre 2009
Ambas fotos tomadas con mi cámara


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