Detesto
el horario de verano o bueno, más bien la transición de éste. Si de por sí las
mañanas no son los mío, las dos semanas después de haberlo cambiado menos.
En
serio, al menos son dos semanas en las que me cuesta dormirme lo
suficientemente temprano para poder despertarme a la hora necesaria – si me levanto.
Son dos semanas que siempre se me hace tarde para todo, siempre voy corriendo y
me siento refrita durante el día.
No
puedo, en verdad me trastorna todo mi ciclo. Dios y sólo hablamos una hora de
diferencia, ya me imagino si fueran más. Ya sólo ruego pase rápido este período
de transición.
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| Imagen obtenida de Coparmex Chiapas |
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