miércoles, 26 de febrero de 2014

La Cadena del Grito

Chocoaventura por Rana Existencial en 16:47

Como fue muy inteligentemente descrito por Barney Stinson en HIMY, ‘The Screaming Chain,’ es aquella que explica que nuestros jefes nos cagotean a gritos pues sus jefes así lo hicieron con ellos y a su vez los jefes de sus jefes a ellos. Hecho que se repite constantemente hacia el último eslabón de dicha cadena organizacional. Guardan cierta tradición cultural.

Me apena confesar que yo no he sido la persona que ha roto este ritual. Imposible no estar de neuras cuando un cretino te acaba de gritar despotamente. Esa sensación de pisoteo, chinche, ese estrés y ese enojo no se quita en seguida.

¿Saben qué me molesta más? Hablamos de mi anterior trabajo, el que dejé en Septiembre después de exactamente 6 años. En este caso, no era particularmente mi jefe directo quien se encarga de los gritos. No, él es bastante tranquilo dentro de lo que cabe. Se trata de su socio comercial quien se echa esas cagotizas marca diablo.

Aclaremos unos detalles. ¿Por qué me refiero a “socio comercial”?  Simple, el corporativo al que pertenecíamos tenía firmado un contrato mercantil, no un contrato laboral, con mi jefe directo, el sub promotor comercial de la zona. Es decir, son socios, no estamos en la nómina ni nada por el estilo.

Ser socio comercial de una persona, implica que sí hay que trabajar juntos, sacar proyectos, proponer soluciones, por supuesto, obtener ganancias para ambas partes. ¿Me equivoco? No.  Muy al contrario de hacer rabietas y gritar cuando no se escucha lo que se quiere escuchar.  Repito, hablamos de una relación de socios, no subordinados.

Entonces no entiendo, ¿por qué carajos alguien se atreve a gritarme como si el fin del mundo fuera mi culpa, cuando ni subordinada soy? Nunca lo entendí. Lo que sí pude notar es que en alrededor de año y medio que decidieron cambiar al “Jefe de mi Jefe,” decidí salirme de la empresa sin importar la antigüedad que ya llevaba.

No sé qué cualidades vieron en su persona para otorgarle el puesto de Director Comercial (más allá de ser el hijo del dueño), pero puedo opinar que escuchar, negociar  y ser empático no son cualidades que posee. Sinceramente, es mejor nadar esperando no ahogarme mientras busco establecerme de nuevo, que aguantar a alguien que no tiene calidad humana para navegar un barco.





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