Estaba viendo anoche un pequeño especial de Once Upon a
Time, una de mis series favoritas actuales. Para los que no la hayan visto, se
basa en cuentos de hadas, principalmente en la relación torcida de Blanca
Nieves y la Reina Malvada, mezclando personajes de todas las demás historias de
niños. Ya saben, la típica la lucha del bien contra el mal.
Tras ver este especial de la serie, noté un pequeño detalle,
los villanos no habían tenido toda su vida un negro corazón, alguna vez fueron
bondadosos y amables. Como se repite
constantemente “evil is made not born.” Además también me percaté que
los heroes también han pasado por tramos muy amargos, asesinato y muerte de familiares,
persecuciones, carencias, pruebas, etc.,
etc., pero aún así su puro corazón se mantenía puro.
Entonces, ¿qué hace que unos se vuelvan malos y otros continúen
siendo buenos? Rencor. Ambos la han pasado fatal en diferentes ocasiones, la
diferencia es que los villanos guardan tanto rencor que deciden dedicar su vida
a vengarse, literalmente. No pueden perdonar ni saben soltar. Por eso ellos
mismos sabotean sus intentos por cambiar. Aquellos que son héroes en la
historia, por mucho coraje y enojo que alguien o algo les genere, buscan
siempre en lo más profundo de su ser la fuerza necesaria para soltar estos
sentimientos. Se liberan de ellos.
Dígame usted querido lector, ¿qué personaje sería en la
historia? Yo lamentablemente, temería ser una villana porque cierto es que me
cuesta mucho perdonar, soy un cuchillito que gusta vengarse cuando le lastiman
y ¿soltar? Ni la ropa cuando ya no me queda. Tengo mucho que aprender de los
buenos, al menos ya me di cuenta de ello, lo que facilita trabajarlo.
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