Hace poco más
de un año escribí una reflexión sobre cómo el miedo nos hace tomar decisiones
sin darnos cuenta que las estamos tomando, sin darnos tampoco cuenta que no
movernos es una decisión propia también.
Cuando
escribí dicha reflexión, mencioné que era mi momento de cambiar, empezar a
tomar la rienda de mi vida. Viendo la fecha, puedo notar que me tomó más de un
año empezar a prender los motores que necesito para moverme.
Supongo que
ya todos los que me siguen lo saben:
Vivo en
Veracruz, una ciudad no mala, pero en la que lamentablemente me siento asfixiada.
¿Por qué? Nunca lo supe. Sin embargo, siempre supe que no estaba a gusto. El
problema es que no había hecho absolutamente nada al respecto.
Decidí mudarme
hace 6 años porque venía de un par de mal pasos que me deprimieron demasiado y
necesitaba huir de mi vida en ese momento. ¿A dónde? No importaba, el chiste
era alejarme. Fue así que mudarme fuera de la Ciudad fue una decisión que me
tomó no más de 20 minutos aceptar.
En estos
largos años, he visto lo mucho que he cambiado. No quiero decir que he madurado,
tal vez eso todavía no lo hago. Simplemente cambiado. En este tiempo, poco a
poco me fui dando cuenta que eso que me dolía y me orillaba a huir, sin darme
cuenta lo estaba trabajando, muy inconscientemente. Y ahora que esa particular herida
que no pienso mencionar a la luz pública, está cicatrizada es hora de regresar.
Si bien
recuerdan, hace unas semanas escribí sobre las coincidencias en mi vida. Había
decidido lanzarme al Distrito Federal, mi hogar dulce hogar, a dejar
aplicaciones en dónde se pudiera para ver si en algún lugar era chicle y pega. Regresé
con un par de buenas oportunidades que me tienen trabajando a distancia por mientras
con la promesa de ya estar en Septiembre de base allá. –Doesn’t sound bad.
Basándome en
mi experiencia, las cosas se acomodan justo en el momento que se tienen que
acomodar; justo en el momento que estás listo para cambiar.
Después de 6
años de hacer el mismo rutinario trabajo, el cual a decir verdad lleva cansándome
más de la mitad de ese tiempo, siento como si todos estos años me hubiera
estado negando a mí misma. ¿Por qué no me enfoque en hacer lo que me gusta?
¿Por qué no me di esa oportunidad antes?
Saben, no
era mi momento. Ahora sí lo es. Éste es mi tiempo de volver para no volverme a
negar nunca jamás de nuevo.
También está inspirado en Garden State. . . por segunda ocasión. . .
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Catártico
Yo escribo
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