El sueño que tuve ayer fue algo extraño. Veía a un tipo con
el que salí hace unos años, bastante carita, pero súper patán y con un colmillo
hasta la vuelta de la esquina. En sí, no quedamos mal, pero si puedo no verlo,
mejor.
Estábamos en una ciudad playera, no sabría decir si es
Veracruz. Más bien parecía un Taxco a la orilla del mar, precioso. Por algo
extraña razón venía y salíamos. Él estaba con otro tipo que más que cuate era su
chofer / acompañante. Los tres íbamos a echarnos unos drinks a un barecito.
Hasta ahí todo bien.
Saliendo él todo caballeroso ofreció traer mi coche, en mi
sueño era una camioneta nuevecilla. “¿Por qué no?” Me dije. Le di las llaves y
fueron los dos por ella. Pasaron 10 minutos, 20, hasta que dije “¿Qué pedo con
estos cabrones?” Lanzándome al estacionamiento para buscarlos. Ni luces de
alguno de los dos cabrones o de mi camioneta.
Obviamente, comencé a alterarme de inmediato. ¡Mi camioneta!
Esos trácalas se lo habían llevado. ¡Hijos pinche de su madre! Recuerdo pensar
que estaba asegurada, lo que me alivianó bastante. También que tenía una foto
de este idiota para llevarla al ministerio público para que no arrestaran a
nadie más que a ese particular cabrón. De hecho, hasta llegué a hacer un poster
de “Se busca… Muerto o madreado, recompensa por ambas.”
Jamás los encontré. Incluso empecé a soñar otras cosas, pero
aún en mis otros sueños seguía afligida por mi camioneta robada, regañándome a
mí misma por haber confiado en alguien que ya sabía que era un patán. Por
supuesto, en los otros sueños no entendían de qué hablaba porque ni al caso. Se
me cruzaron los sueños.
En fin, supongo que si de haber una moraleja al respecto sería:
jamás le des las llaves de tu nave a alguien que además de tener mal historial
contigo no confías plenamente.
![]() |
Imagen Obtenida del Sitio Psicólogos Árica |
0 Testimonios:
Publicar un comentario