Mi familia me conoce por ser mega coda. En general, amo
ahorrar, a veces para un fin específico, a veces meramente para cuando lo
llegue a necesitar. Así fue que saqué mi carro hace unos años, así fue que
junté para el enganche de mi depa hace año y medio. De hecho, así es como había
estado viviendo este último año y medio. Técnicamente de lo que tenía ahorrado
en mi cuenta.
Haciendo un minucioso registro de ingresos y egresos, con
eso del año nuevo, me di cuenta que sí, literalmente estoy gastando más de lo
que gano. Entre caprichos, adelantos a la hipoteca y ahora la maestría, se me
ha ido fugando la lana. ¿Por qué no me había dado cuenta antes? Porque como
tenía más o menos un buen saldo en mi cuenta, el pequeño excedente iba saliendo
de ahí y no me alarmé hasta que mi saldo está a punto de llegar a ceros.
En sí lo que más me desbalanceó fue que mi contador me
recomendó que gastara más (con facturas), pues como yo declaro ante hacienda si
no gasto una buena cantidad, me dan un buen zarpazo los del fisco. Cuestión que
como a la mayoría, a mí me molesta DEMASIADO. Entonces o gasto más o le doy
adelanto a mi hipoteca o pago mi maestría y mientras tanto yo ya gasté más de
lo que debía. ¡Estúpido círculo vicioso!
Una solución fácil y sencilla sería pedir un aumento, pero
ingresos extras, generan más impuestos, entonces tanto como convenirme no. Por
suerte, no estoy endeudada hasta el cuello. Supongo que con amarrarme BIEN el
cinturón como solía hacer sin muchos problemas, puedo empezar a controlar mis
gastos. Espero no me salga el tiro por la culata el próximo abril y espero con
eso sea suficiente para poder compensarme de nuevo. En serio, espero.
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