Se acerca el año nuevo, la cuenta regresiva comienza. Ya vimos
que el mundo no se acabó, entonces, hay que hacerle frente a este nuevo inicio.
Yo en sí siempre he odiado la Navidad, demasiado melodrama
para mi gusto; pero al mismo tiempo siempre he sido fansese de los Años Nuevos,
de cerrar y comenzar ciclos. De sentir que se avecina una nueva oportunidad de
cambiar, de crecer, de ser. Ésta es mi oportunidad. Supongo.
Amé este año; mucho muy. Me invadió mucha tranquilidad, un
poco de prudencia, le llegó el amor a mi vida y se empezaron a sembrar ideas
que tal vez se cosechen más adelante. Uno nunca sabe. Empecé a aprender a darle
mayor importancia a lo positivo que a lo negativo, lección que probablemente me
tome más años refrendarla. Estoy aprendiendo a disfrutar, a serme fiel a mí y
lo que quiero para mí.
Estoy cerrando un capítulo y próximamente escribiré el siguiente.
Espero me acompañen en el proceso.
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