martes, 4 de septiembre de 2012

Ama de Casa

Chocoaventura por Rana Existencial en 12:45

Llegar a casa, sacar a pasear a Yako, darle de comer, limpiar si llego a tener algún accidentillo, hacerme de comer, lavar platos, ollas, sartenes y demás utensilios utilizados en ello, planchar cuando hay ropa que planchar, barrer y trapear si está más sucio de lo tolerable, prepararme para ir al gimnasio, regresar y por fin dormir. Como dice la canción: Así son mis días.

Lo bueno es que no diario hago de comer, es un hábito de sólo 3 – 4 veces a la semana. Evidentemente, aún vamos en lo básico. Aunque ya estoy empezando a abrir mi repertorio culinario. ¿Les cuento algo? Pensé que lo detestaría más. Digo, no es mi máximo llegar 6 – 7 de la noche y tener que ponerme a cocinar porque si  no ¿qué diablos como al día siguiente? Sin embargo, sí me está empezando a divertir el juguetear y experimentar con lo que me topo con mi refri. Poner un disco tranquilo, relajante, que me ponga en un buen mood y darle vuelo a la imaginación. Si sólo tomara vino, me volvería fan de esta rutina.

Aún con lo alivianadas que suenan mis tareas domésticas, hay días que no me doy abasto. No salgo tarde del trabajo. No obstante, si quitamos las dos horas del gimnasio, cuando voy, y la hora para descansar y/o hacerme pendeja; ya se acabó mi día  y yo agotadísima como si hubiera corrido un maratón.

Ahorita no tengo esposo ni hijos de quienes encargarme. No sé qué haré cuando eso suceda. No quiero ni pensarlo. El atenderme a mí solita todavía no lo manejamos a la perfección, imáginense si habláramos de terceras personas. Hay que partir de  ahí y que lo demás se vaya dando paso a pasito. Bendito sea que existe la tan antigua profesión de “Asistente Doméstica,” sí que hace el paro.






Posts Relacionados:



0 Testimonios:

Publicar un comentario