Durante la prepa y la universidad, me era común decir que
jamás me casaría, que la unión libre era lo mejor. Esa idea se ha ido disipando
con el tiempo. Por más matrimonios fallidos, separaciones, desuniones, corazones
rotos, que veamos a diario, yo creo en el amor. Creo que con todo y nuestra ajetreada
vida, mientras haya voluntad, habrá forma de mantenerlo.
Lo triste es cuando escucho de casos cercanos que no
funcionaron. Es difícil mantener las esperanzas cuando a tu alrededor no lo
ves; empiezas a dudar. No soy experta, ya pasaron años luz desde mi última
relación duradera, pero simplemente no entiendo:
¿Cómo dos personas pueden llegar al altar para prometerse
amor eterno y al cabo de unos cuantos años decir “Siempre no, gracias… Ahí te ves”?
¿Lo que prometieron se lo llevó el viento? ¿Pusieron
changuitos durante los votos? ¿No estaban listos para el compromiso que implica,
no estaban completamente seguros de esto o estaban tan ilusionados con la
persona que no se tomaron la molestia de conocerla en verdad?. . . O de plano, ¿tomaron la
decisión muy a la ligera?
Tal vez sea MUY chapada a la antigua mi forma de pensar, sobre
todo no siendo anciana, pero mi ideal sería casarme una vez y ya, ¿para qué más?. Probablemente
por eso me daba tanto miedo de chamaca.
Perdón por juzgar, pero no entiendo por qué por estupideces como que les hagan ojitos por otro lado tiran todo por la borda, en
vez de tratar de solucionar los problemas. ¿Cuál era el chingado punto de
casarse en primer instancia? La vida en pareja es difícil, seguro más de lo que
me imagino, pero no creo que sea imposible, ¿o sí?
Si una persona no está completa y totalmente convencida de
casarse, incluso habiendo niños en camino, creo que es mejor no hacerlo,
lastimarán menos corazones así que destruyendo a la familia una vez ya unida. Creo
yo.
En serio, si se van a casar que sea por convicción, amor y
voluntad, no por la circunstancia, ultimatos, enamoramiento superfluo. Que sea
con fe ferviente de que en las buenas y
en las malas, sabrán apoyarse, animarse, entenderse, aceptarse y ceder; de lo
contrario, esa unión la separará el hombre.
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