Por supuesto, la metí a mi casa para darle de comer, beber,
dejar que durmiera, descansara y jugara con mi gordo. Esos
pocos días en la calle sí la acostumbraron a estar poquito a la defensiva para con
Yakimeshi, no lo dejaba en paz y a él no le encantó tanto tenerla (aunque siempre se mantiene respetuoso de otros animales). Yo me empecé a encariñar con ella
inmediatamente, ya saben su carita tierna, su pancita regordeta, su emoción
cuando me veía, me ganaban.
Por la tarde que saqué a pasear a Yako, decidí dejarla a
ella en el Garage para que también hiciera sus necesidades ahí. He de decir,
que mi edificio sólo tiene 3 departamentos y que por las tardes no suele haber
mucho movimiento, entonces pensé ingenuamente que mientras cerrara la puerta no
habría problema. Aproveché para preguntarle a otros vecinos si no les interesaría
adoptarla.
A los 5 – 10 minutos que regresé, Cuki (como empecé a
llamarle), ya no estaba en ningún lado. Ni en el garage ni en la entrada de mi
depa ni en el patio de atrás. No estaba. No supe si alguien entró o salió o
cómo se haya podido salir. Ya no supe. Yo sé que fue irresponsable de mi parte
dejarla en el garage de un edificio porque aunque seamos muy poquitos, hay
cierto movimiento.
Estos días ya no la he visto; obviamente me siento mal, no
puedo estar 100% segura de que está bien. Ni alcancé a tomarle fotos para poner
para encontrarle un hogar. Mi primer rescate perruno fallido L. Indiscutiblemente, me ha ido mejor con los gatos rescatados.
Espero de todo corazón, alguien más la haya recogido y la esté cuidando ahorita. Alguien que sea más
responsable y la quiera mucho porque en las pocas horas que conviví con ella pude
notar que es una perrita hermosa que tiene muchísimo cariño que dar.
0 Testimonios:
Publicar un comentario