Va aproximadamente un año, dos meses que salí del lecho
familiar. Creo que ya no había posteado al respecto. Cuando recién me fui a mi
depa, decidí vivir un par de meses sola. Me hacía falta, a veces mi casa
parecía campo de batalla y era necesario enconcharme un tiempo para descansar
de tanto ajetreo.
Pasando este tiempo, decidí que bien ya era hora de abrir mi
pequeño refugio; principalmente por cuestiones económicas, hay que ser honestos.
Había que aprovechar los dos cuartos disponibles porque ni muebles para yo
poder hacer algo de ellos.
Al principio la idea me molestaba un poco, sobre todo porque
sabía que no se trataría de amigos directos. Quienes tienen posibilidades de
vivir fuera de casa, pues ya están viviendo fuera de casa. Por lo tanto, no
tenía a quién jalar; consecuentemente, tenían que ser personas un tanto desconocidas.
Abrir las puertas a extraños para compartir la vivienda de
un golpe no es fácil de asimilar. Una cosa es hacer una fiesta o echar las
copas con amigos de amigos, pero ya vivir con alguien que no conoces, mufasa.
Y ¿Si fuman? Y ¿si se la viven haciendo fiestas, trayendo
amigos? ¿Si se develan mucho, si son ruidosos, si son cochinos? Hay que
aceptarlo, yo soy un tanto ermitaña y amo mi soledad, mi espacio, el tener
tiempo para mí solita. Son variables que tengo que tratar de descubrir en una
sola entrevista porque tampoco puedo darme el lujo de hacer todo un minucioso proceso
de selección. Hasta eso, todos estos años haciendo reclutamiento en mi trabajo
me han enseñado a poner atención en detalles en mensajes, mails o llamadas. No
saben lo mucho que puede decir un simple DM en Twitter de una persona.
Ya va exactamente un año desde que empecé a tener roommies.
Ha sido una experiencia bastante enriquecedora. Llevo 5 para ser exactos.
Algunos fueron personas que estuvieron por un tiempo limitado. Salvo el
primeritito (que por suerte solo estuvo un mes, una semana – chale, hasta lo
conté), todos excelentes. De hecho, al menos a mis actuales “inquilinos” los
adoro. He aprendido mucho de ellos, recibido mucho cariño y nos la hemos pasado
bastante bien juntos.
Es lindo ver como un par de extraños, con el tiempo y las
experiencias, se vuelven más que amigos para comenzar a considerarlos parte de
tu familia.
Posts Relacionados:
0 Testimonios:
Publicar un comentario