Como recordarán, yo soy fansese de tratar de salir de vacaciones. Aunque sea a un rancho cercano a mi pueblo para de menos salir de la rutina. Del 2009 para acá, trato de una vez al año conocer o volver a visitar algún punto en mi bello México y si se puede, lanzarme a algún lugar desconocido del extranjero. El año pasado me lancé a Chiapas, hace unos pocos a Cumbre Tajín y Costa Esmeralda en Veracruz. Este año tocó ir a Jalcomulco también en Veracruz.
Nos quedamos en un Camping tipo Safari Inglés llamado México Verde. ¡Muy recomendable he de decir! Bastante grandes las instalaciones. Cuentan con alberca, bar, pared para acampar, campo de pruebas, campo de gotcha, sala de masajes, temazcal, mesa de billar, cabañas Safari para 4 personas con camas individuales o cabañas suites para dos personas con baño privado. La verdad bastante a gusto, me encantó.
Fotos Tomada de mi Celular
Para nuestra estadía contratamos un paquete que incluía: Pared de Escalar, Tirolesa, Rapel y obvio el descenso en río (lo que a mí más me interesaba).
La verdad, las tres primeras fueron traumáticas, le tengo pánico a las alturas, entonces me costaron algo de trabajo. En la pared de escalar, al principio estaba paniqueada preguntando qué hacer llegando a la punta, claro ese era mi único temor: ya estando arriba, ¿qué hago? ¿Me desmayo, tipo Sheldon? Para mi decepción, vi que no era necesario preocuparme por ello, no pude pasar de la segunda piedrita, sí, pésima. No sabía se requería TANTA fuerza para poder subir. De hecho, de los 4, sólo dos llegaron hasta arriba (dos veces… ¬¬).
La tirolesa, estaba leve, ni si quiera tan alta. Ya estando colgada de los cables no hay tanta bronca, es un vil columpio gigante. Sin embargo, subir esas como escaleritas de madera, teniendo solamente una cuerdita para sostenerme o estando en esas micro plataformas, tan débiles a no sé cuántos metros del suelo, sí me dio pánico. Me dijeron que bajé blanca. Bueno, al menos lo logré.
El rapel, en realidad es la segunda vez que lo hago. La primera fue hace 7 años en San Miguel de Allende, en un cañón a 60 mts de altura sin nada alrededor, pero sí con los tipos presionando para que dejara de gritar. ¡Oíganme NO! Esa vez, sufrí, mucho, mucho, demasiado. Esta vez fue más sencillo, eran sólo 20 mts, y había muchísima vegetación que de cierta forma te ayuda a bajar. Tardé mucho en terminar, eso que ni qué. Me concentraba en dar un paso a la vez, evitar mirar hacia abajo y en cantar Best of You de los Fighters (excelente fuente de inspiración) cuando me ponía nerviosa, incluso el chavito que me sostenía cantó el coro conmigo, bien lindo. Me costó, pero lo logré sin mayores complicaciones. Eso es lo importante (digo yo).
Best of You - Foo Fighters
In your Honor, 2005
Por último el Rafting, lo que más esperaba. Lamentablemente, fue un tanto decepcionante: ¡Niños, si quieren hacer descenso en río, por favor vayan en temporada de lluvias, de lo contrario no vale la pena! De plano, algunos tramos nos íbamos de pie para darle emoción al asunto. Nos atorábamos en cada piedra, mal, muy mal. A mí me gusta mucho kayakear, lo he hecho algunas veces en lagos o en el mar (ríquisimo, muy relajante), incluso pronto me compro mi kayak, aprovechando que aquí se puede practicar, además es la segunda vez que descendía en río. Entonces sí esperaba algo más intenso. No obstante, esta ocasión, como les digo, no fue lo máximo porque el río traía muy poco agua y así no es nadita divertido. Ojalá podamos regresar en Agosto – Septiembre que se pone más sabroso.
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| Foto tomada por el equipo de México Verde |
En fin, esas fueron mis vacaciones de Semana Santa; retadoras (más para mí que para los otros changos), divertidas. Lo que sí aprendí es que tengo que hacer ejercicio ASAP! Porque en serio no aguantaba nadita.
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