Si de algo me jactaba orgullosamente era de creer que era free spirit, fresca, alocada, espontánea. Tal vez cuando tenía 20, pero al parecer ya dejé de ser esa niña que crasheaba en fiestas de desconocidos con sus cuates, se volaba clases para lanzarse a Coyoacán para echarla (bueno, eso me duró hasta 6° semestre), que viajó de mochilazo sola por la madre patria y el gavacho.
Últimamente me he dado cuenta que estoy llena de reglas que a veces ni mías son y me ha costado trabajo ir rompiendo, que me importa demasiado lo que piensen de mí e incluso que he copiado algunos patrones de mi madre. Sí, ¡mi madre! Háganme el favor.
Triste, pero cierto.
Puede ser que ay esté comenzando a madurar (¡JA!); puede ser que comenzar a pagar mis cuentas me esté amargando. Aún así, mientras son peras o son manzanas, justísimo get into that and start fixing it. RIGHT AWAY!
0 Testimonios:
Publicar un comentario