Defecto de Fábrica

Como mujeres nos gusta decirles a los demás qué hacer y hasta cómo pensar. Pareciera que viene en nuestro código genético ser manipuladoras, buscar que las cosas se hagan como nosotras queremos.

Saben, es cansado. Es un gasto excesivo de energía estar cuidando que todo sea lo más perfecto posible. Aun así, es complicado evitarlo. Como digo, ya está grabado en nuestro código genético y negar ese llamado instintivo, se vuelve imposible.

Así que no me queda de otra más que, en nombre de todas sus madres, hijas, hermanas, novias, amigas, amigovias, etc., etc., pedirles una sincera disculpa: Lo loquitas es defecto de fábrica.