Me imagino que por mis múltiples quejas aquí y en mi twitter (@LunaZombie6), se habrán dado cuenta que soy todo menos ecuánime. Sí, soy la volubilidad con patas.
Si un día no me deja dormir el vecino con su fiesta, sé por experiencia que el geniecito y mala vibra me dura alrededor de dos días seguidos. Si alguien se me llega a cerrar, también podría echarme a perder el resto de la tarde. Si cuando he de madrugar (noten: ¡ODIO con odio Jarocho madrugar!), me dan los buenos días cheerfully, ando cual calamardo, mentando madres entre dientes o de plano ya gruñendo.
¡Imagínense todo lo demás!
Lamento informarle querido lector, que soy todo menos dulzura.
Para colmo, soy de esas personas que se enojan con alguien (o algo) y se desquitan con el resto de los seres vivientes en este planeta. Ya lo sé, aguantar mi pinche carácter no es fácil. También sé que debería hacer algo al respecto. Pero, ¿qué? No tengo ni la menor idea.
¿Cómo trabaja uno para suavizar el carácter? ¿El dalay de verdad sí sirve? Porque he notado que eso de contar hasta 10… ¡La manga del muerto!
jueves, 27 de octubre de 2011
Voluble me dicen... (por no decir otra cosa)
Chocoaventura por
Rana Existencial
en
11:30
Debrayes
Complejos personales
,
Un poco de esto; un poco de aquello
0 Testimonios:
Publicar un comentario