Saben, siempre fui de relaciones fugaces, si podrían llamarse relaciones. Entre que no se me da confiar y siempre sentía que me perdía de algo más, al primer desliz los mandaba a volar al susodicho (o ellos a mí, también ha pasado).
Soy de esas personas que después de un corto tiempo, empiezo a ver los defectos en la otra persona. Si me aburre, me fastidian sus comentarios, hasta si no les parece a mis papás, me influye para detonar el comportamiento mecánico: “alejémonos, ¡YA!” Porque aparte ni sutil soy: un día me fascinan, al siguiente no tanto, al tercero ya no me quedo.
De unos meses para acá, he tratado de hacerme consciente de esos auto saboteos para descifrar si es mi miedo personal disfrazado de una excusa estúpida o si en serio, se trata de una relación que no me interesa o a la que le veo futuro .
Es un ejercicio difícil que aún no domino. Espero esta vez sí lograrlo.
Posts Relacionados:
Complejo de Elektra.
Descubrimiento.
0 Testimonios:
Publicar un comentario