Hay chicas que pueden despertarse a las 5 de la mañana para arreglarse y verse implacables. Yo no pertenezco a ese grupo. Normalmente, me levantó a las 7:20 (y créanme porque ¡Dios es grande!), entro a las 9:00, hago 20 minutos al trabajo, gasto 20 minutos en pasear a mi perro por la mañana (dos veces porque si no… apocalipsis en mi departamento) más otros 20 en desayunar... Mi mami me acostumbró a desayunar porque es el alimento más importante, así que no me lo pienso saltar.
Evidentemente, los 40 minutos restantes son para bañarme, encremarme, vestirme, lavarme los dientes y párale de contar. ¿A qué hora agarro la secadora y la tenaza para alaciarme el cabello? Además en esta ciudad con tanta humedad: “¿todo para qué?”
Digo, no es que llegue al trabajo echa una haraposa, sin embargo, me gustaría poder hacer algo para verme más mejor y no traer siempre con el mismo look “me dio flojera peinarme,” ya tan pasado de moda.
Voy a ser sincera, podría tratar de levantarme 20 minutos antes, aunque por experiencia previa sé que eso me dura 3 días y regreso a mi horario regular. Además esos 20 minutos no hacen la diferencia, me regalan 10 minutos para pelearme con el tráfico; si acaso. Así que esa no es opción. Podría enchinarme el cabello diario, pero tener esa sensación grasienta que deja el mouse y la crema para peinar absolutamente todos los días, ¡no gracias!
Ya me lo corté, ya es menos cabello con el cual lidiar, pero aún así, usted lectora experta en belleza, ¿qué me recomendaría hacer para cambiar el look de vez en cuando?
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