¡Que tire la primera piedra a quien no lo han traído arrastrando la cobija en ese juego de “Sí/No” por más de una ocasión! Común es que saliendo con alguien o estando a su asecho no nos dice abiertamente “Sí,” pero tampoco nos da un “No” tajante por el cual decidamos emprender la retirada.
Práctica cotidiana de las mujeres, que por quererse hacer del rogar, le dan un poco de entrada al chico en cuestión para ir midiendo de qué pie cojean y qué tanto están dispuestos a esperar por ellas. Sin embargo, cuando ya es hora de aplicarse con todo, se retraen y se muestran no por completo seguras, pues no importa cuánto tiempo lleve el Jicotillo al pie del cañón, a Doña Blanca todavía no le da la gana darle crédito por su espera. Ese juego puede durar meses, a veces uno no se da cuenta y hasta el año se va.
Algo parecido sucede con los niños, cuando se trata de formalizar. Seguido nos traen prendidas de un ala, siendo atentos y mostrándose interesados en nosotras, pero sin mostrar actitud de ya cambiar de estatus en la relación. ¡Qué molesta esta falta de actitud! Por cierto. Muchas excusas hay para hacerse idiotas, la más conocida: “¿para qué etiquetarnos?” Y cuando menos lo pensamos, ya nos botaron y andan gritando por los cuatro vientos lo felices que son con su ‘Novia.’ ¡Etiquetas, mis polainas! Mi conclusión es que literal si les gustamos, pero no lo suficiente (ni modo, hay que saber perder).
En un mundo ideal, no necesitaríamos ese jueguito del estira y afloje. Si te gusta alguien en serio, te aplicarías sin problemas y no te traerían de su pendejo. Si te gustara alguien sólo para pasarla bien por un momento, lo dirías tal cual; ya dependería de la persona si le interesa o no.
Lástima que no vivimos en un mundo ideal, que tenemos que seguir adivinando o probando las intenciones del otro antes de si quiera pensar en abrir nuestro corazoncito.
PD:
Chicas, si alguien les viene algún cuento chino para no querer formalizar, de mi experiencia y consejos varios artículos que he leído: ¡HUYAN y cuéntenselo a quien más confianza le tengan! (acompañados de una gigantesca caja de helado).
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2 Testimonios:
Tienes toda la razón del mundo con este post. Al menos desde mi punto de vista de te diría que cuando un hombre quiere en serio con una mujer y sabe que la quiere como parte de su vida, no hay nada que lo detenga ni excusa que valga. Cuando hay dudas, ahí es donde comienzan los pretextos: "es que quiero concentrarme en mi trabajo" "aún no estoy listo" "es que no quiero nada serio" "no necesitamos vivir con etiquetas" "vengo saliendo de una relación tormentosa" y mil etcéteras.
Lo malo es que esto ya se convirtió en epidemia.
Sí, lamentablemente eso lo he vivido y duré muchísimo para aprender que son solamente excusas :(
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