martes, 3 de mayo de 2011

Obsesivo Compulsiva

Chocoaventura por Rana Existencial en 8:40
Este mes dejé muy de lado al blog. Entre las vagaciones de Semana Santa, el cansancio, las juntas, cursos que he tenido estos últimos días y tooodoooos los pendientes que acarrearon  no he tenido tiempo; no me doy a basto. In addition to ALL that, este fin fue el que decidí por fin cortar el cordón umbilical de tajo: ¡ya me mudé a mi departamento!

De hecho, lo hubiera hecho desde hace un mes que me lo entregaron, pero sabía que me iría de vacas. Además cuando empecé a hacer las compras de lo que iba a necesitar, me sentí demasiado agobiada, me costó asimilar todo. Por lo tanto, decidí aplazarlo un poco e irlo haciendo paso por paso: llevando algunas cajas primero, ciertos muebles y así. Esto me ayudó a alcanzar los descuentos del día de las madres, NICE!  Got an amazing deal on my fridge (LOVE IT!).

Empecé a pasar cosas desde una semana antes de las vacaciones. ¡Dios mío, cuánta chinche tengo! Es impresionante la cantidad de cajas que salieron; de hecho, no pude terminar de “encajar” algunas cosas porque se me acabaron. ¿Cómo le hice para tener tantas cosas áún viviendo bajo el techo de mis padres? Soy una maniaca, aprehensiva que no puede botar cosas. Necesitaré un ático de viejita. Fue horrible empacar, más sin ayuda. Concluí que odio las mudanzas.

Ese fin de semana, un tío pasó con su pick up para ayudarnos a mover dichas cajas y algunos de los muebles que me prestaron mis papás (los de mi cuarto principalmente). Pasó el fin, obvio no acomodé absolutamente nada. Vino Semana Santa, me fui, regresé, continué haciendo cajas, (¡UJU!). Primer fin regresando, cargué mi carro con todo lo que pude. ¡Vámanos! It was about time.

Tardé como 2 horas acomodando todo en ClaraBella; lamentablemente me faltaron cosas que de plano no cupieron; tuve que regresar el domingo por lo restante. Dos horas subiendo las cosas a mi coche y como 3 bajándolas. Medio barrí y sacudí donde iba a estar acomodando. Estoy impresionantemente agotada y adolorida. Llevo 3 días organizando mi casa y no más no termino.

Mientras metía todo a mi carro, no me cayó el 20; pero cuando venía en el camino, manejando, sí. Me puse algo melancólica; ahora sí estoy dejando el nido y si todo sale bien, para bien. Lo que me puso más triste fue que ni mi mamá ni mi papá estaban en ese momento que partí, aún habiéndoles avisado con anticipación. Me dolió. Mi mamá se fue de viaje porque mi abue está malita. She’s safe. Mi papá se largó a la oficina desde en la mañana; supongo que se le olvidó. No tiene excusa. Sigo diciendo, eso dolió bastante.

Llego al depa, fastidiada, cansada, estresada porque ya habían llegado con mi refri entonces tuve que pisarle al acelerador, y ¿por qué no? El auto del vecino estorbando mi cochera. !GRACIAS! Entiendo, que no sepan que ya me iba a mudar este fin, pero chale, si sólo son tres depas y sólo están vendidos dos, ¿por qué diablos no se estacionan en el del vacío? ¡Por sentido común! Además es la segunda vez que voy y alguien está estorbando mi entrada. Me requeté encabroné. Assholes! Pobre de mi administrador, a él siempre le tocan mis descargas de coraje (quien movió el carro, al final de cuentas).

Como digo, tardé un buen bajando cosas, limpiando y empezando a acomodarlas. Después empezaron a salir fallitas. Algunos aires acondicionados no prendían, espero para hoy ya queden. Vinieron a surtirme el gas y el tanque que estaba marcado como mío era el del departamento vacío. Por no esperarme a ver de qué tamaño son las tazas de los baños, compré los asientos más chicos. El depósito de la taza de mi baño escurre un poco, hay que apretarle la manguerita. Espero sea todo.

En algún momento, pensé en dejar todo y meterme a la alberca, disfrutar que ya estaba en mi casa. Sin embargo, además de que estaba un poco verde porque le pusieron herbicida, sorprendentemente me di cuenta que no soy tan hedonista y vale madres como pensé que era. Estoy segurísima que aunque el agua estuviera clara como el cristal, no me hubiera metido; hubiera seguido deshaciendo cajas y acomodando cosas. Soy más responsable de lo que alguna vez imaginé. Así soy yo, cuando tengo algo que hacer, es lo primero que hago, dejo la diversión para después.

Más al ratito llegó una amiga, quien aún no sabe si se muda o no conmigo (Vi: ¡decídete ya!). Mientras yo checaba qué pedo con lo de mi tanque de gas, ella pedía una pizza, la cual nos salió de a grapa porque la entregaron 50 minutos tarde (y nosotras muriéndonos de hambre; ¡gracias!). Claro, nos supo a gloria.

Ya despuescito mi administrador nos llevó unas chelas; por fin estaba ya disfrutando un poco de mi depa. Mientras comíamos, marcó mi papá para decirme que había contratado una mudanza para llevarme las cosas que faltaban. Supongo, que esa fue su forma de decirme “adiós, te extrañaré,” whatever. Bueno, al menos, ya tengo cama y no tuve que dormir en el colchón inflable.

Se fueron todos y continué acomodando cosas, sacudiendo, limpiando muebles (aunque usted no lo crea). Hasta cierto punto, no podía parar; ver tantas cajas me desesperaba. Tal vez, el saber que son mis cosas las que están guardadas y querer que ya estuvieran en orden me motivaba.

Todavía es un desastre todo; parece zona de guerra. Muchas cajas que abrir, cosas que acomodar. Sin embargo, al menos ya estoy en casa. En MI casa. Saber eso me hace feliz.

0 Testimonios:

Publicar un comentario