miércoles, 27 de abril de 2011

39. AMA México: Chiapas

Chocoaventura por Rana Existencial en 11:34
Una semana que se me fue de voladísima; cual agua. Yo que me quejaba que Marzo se me pasó extrañamente lento, Abril se me esfumó por completo y no sé a dónde se fue.

NOTA: este post será sumamente largo por todo lo que hay que mencionar al respecto de esta semana.

La mayoría ya saben donde pasé mis vacaciones de Semana Santa: ¡Chiapas! Llegué a la 1 de la mañana del miércoles a Tuxtla Gutiérrez, después de 9 horas de camión (cuando supuestamente eran 7:30 hrs). ¡GRACIAS!

Hasta eso, no me volví loca, estoy acostumbrada a viajar por carretera (aunque insisto: abrán un vuelo Veracruz – Tuxtla). De todas maneras, ya me urgía llegar pues cierta persona, a quien por razones personales llamaré ‘Oma’ de ahora en adelante, me esperaba en la central desde las 10:30 pm y ni cómo avisar que íbamos RE atrasados cuando en el camino no había señal (“Todo México, territorio Telcel,” ¡my ass!).

Anyway, I arrived and there was him; mi cara se iluminó bastante cuando lo vi. Nos lanzamos al hostal donde teníamos nuestra reservación. Llegando, prendo la luz del cuarto y sobre la almohada una rosa roja y una blanca, junto a un ipod con cierta musiquita de fondo. Mientras le doy el respectivo mega abrazo y mega beso, me digo a mí misma: “¡Wow! Alguien pone atención a las estupideces que pongo en Tuiter,” (un par de semanas antes había posteado que mis flores favoritas eran las rosas –por si a alguien le interesaba saber). Pensamiento seguido por: “Espera, en tuiter nunca mencioné cuáles eran mis clores preferidos en rosas.” Eso sólo los sabía una de mis más cercanas amigas quien casualmente me había preguntado un par de semanas antes, con la excusa de querer hacer los recuerditos personalizados de la boda de su hermana (excusa que me tragué por completito); todo cobró sentido en ese instante. Inmediatamente después noté que la musiquita que se escuchaba era “Southern Girl” de Incubus, sonando una y otra vez, que alguna vez también había publicado que quisiera alguien me la dedicara porque me encanta lo que dice esa méndiga cancioncita.

Southern Girl - Incubus

You're an exception to the rule
You're a bonafide rarity
You're all I ever wanted.
Southern girl, could you want me?

(Dios, voy a llorar de sólo acordarme… ¡Gracias Oma!)


Buscamos algo para ir a cenar y todo cerrado, 2 am, miércoles, suena lógico. Hasta los bares se veían melancólicos, vacíos, ya ni por ser vacaciones. Terminamos pasando por un changuich a un Oxxo y caminar por un parquecito cercano. Al día siguiente, buscamos donde desayunar para de ahí lanzarnos a San Cristobal de las Casas, esa era el destino real.



¡Cómo ha cambiado! Es impresionante verlo tan lleno de cosas hoy en día. Yo recordada una pueblito pequeño, muy pintoresco y lindo, pero hasta ahí. Sigue siendo precioso; aunque bastante fresa, cabe recalcar. Lleno de bares, restaurantes, cafés, teatros, billares, muy a la coyoacán (yo flipé por eso, ya se imaginarán). Feliz, feliz, hasta que me percaté de un detallito: absolutamente nada tradicional. Todos los lugares eran de extranjeros, de esos extranjeros que alguna vez lo visitaron como turistas mochileros y les robó el corazón. Si vimos un restaurante mexicano fue mucho y chiapaneco, jamás de los jamases. De hecho, en todo el viaje (San Cris, Tuxtla, Palenque), no nos topamos con un lugarcito de comida típica; no buscamos mucho, pero pues no sé, en Yucatán abundan (esperaba algo así). No me quejo, la verdad, es que el ambiente que le da esa “comuna extranjera” es increíble, se siente la buena vibra en cada rincón, piedra, pedazo de madera, pero aún así, me hubiera gustado ver a Chiapas reflejado en esa pequeña ciudad.



En esos 4 días que estuvimos en San Cris, nos la pasamos de tour en tour. El Cañón del Sumidero, Chiapa de Corzo, San Juan Chamula, Zinancantan, el Chiflón (cascadas), las cascadas de Agua Azul, Misol Ha, kayakeamos en los Lagos de MonteBello y varios lugares más cuyo nombre no recuerdo.


Gertrudis y Tomás en el Cañón del Sumidero


Cascadas del Chiflón


Gertrudis y Tomás en los Lagos de Monte Bello


Lagos de Monte Bello


Cascadas de Agua Azul

(Después subo otro post con puras fotos, en verdad es bello)

En San Cris, conocimos una cafetería francesa “Oh La La” que ¡me fascinó! No sólo el café y los panquecitos eran buenísimos, la francesa que la atendía era un encanto. Hablaba el español con un acento tan exquisito; no con el típico acento mamón de “yo soy frrrraaancéeees y soy mejorrrrr que túuuuu.” Además su sonrisita; como si fuera una pequeñuela de 5 años quien te sonriera. Era dulce, inocente, como si Heidi fuera quien nos atendiera. Tratamos de pasar diario por un capuccino y unas magdalenas porque en serio mágicamente me ponían feliz. ¡Más delicioso un pecado! Y con el fucking frío que hacía, caían como del cielo. Por cierto, San Cris es terriblemente frío, cual marquesa en octubre, yo siendo co’teñita sufrí mucho.

Todos los días hablaba de la francesa, su café y sus pastelitos, creé todo una leyenda a su alrededor. Fui su FAN, literal. Bien kuku yo. La penúltima noche que fuimos al cafecito, vimos que no sólo era esa chica y su wey, había otra francesa con ellos, igual de dulce que ‘Heidi.’ Entonces, eso aumentó nuestra curiosidad: sería familiar de alguno de ellos o serían un trío acá bien equilibrado, o qué pedo, cómo habían llegado hasta allá, de qué región de Francia eran, etc. Quería saber su historia. Quedamos Oma y yo de pasar al día siguiente, nuestra última noche en San Cris, cuando estuvieran cerrando para platicar un ratito con ellos y conocerlos.

Not that easy: Ese último día regresamos tardísimo del tour, 10:30 pm, y yo llegué directito a bañarme porque bien floja no me quise levantar para hacerlo. Bueno, más bien no me había bañado por el frío porque no pudimos reservar un cuarto con baño propio y quitarte a las 7 am de las 3 cobijas que usaba para dormir, cruzar el jardín para llegar hasta las regaderas no era absolutamente nada atractivo. Entonces en lo que me bañé y arreglé, ya no pude pasar al cafecito esa noche. La verdad si estaba triste, bastante. Oma no me dejará mentir. Además, al día siguiente, nuestro tour a las Cascadas de Agua Azul y Palenque salía a las 6 de la mañana (por eso mandatorio ese baño de la noche anterior).

Esa mañana, logré abrir los ojos por ahí de al 10 para las 6, por suerte, bien previsores ya teníamos arreglados todas nuestras chivas. Cuando abrí los ojos y medio me paré, Oma me dice: “Bretaña,” yo sólo con mi cara de “What the fuck? Permíteme que no coordino aún.” Volteé y vi unos cafés en vasos desechables en la mesita, a lado de una bolsa de papel. Insiste con lo de “Bretaña;” lo único que pensé fue: “¿Fue a Bretaña por los cafés? O ¿Qué pedo?” (Eran las 6, se entiende mi lógica). “Son de Bretaña –dijo. Hace 4 años vinieron de vacaciones a Chiapas, les encantó y se mudaron hace un año y medio. Ella estudió Comunicaciones y él reparación de bicicletas o algo así. Ellos son pareja; no supe qué onda con la otra chica. Ya no quise indagar más.”

Yo estaba impactada, examinando la posibilidad de que en los 5 minutos que tardó en ir al baño, se habría lanzado hasta la cafetería a comprar los cafés y platicar con ellos (la cual imaginemos que mágicamente estaba abierta antes de las 6). Con todo y mi sueño no me sonaba lógico. Ya me comentó, que la noche anterior, mientras yo estaba bañándome, él fue al banco a sacar dinero. Pasó por el café, compró un par de cafés y unos pain au chocolat porque sabía que lo iba a necesitar para esa desmañanada ya que el desayuno se servía a partir de las 8 de la mañana en el hostal. Ya en la mañana, mientras fue al baño, entró a la cocina para ponerlos en la estufita a calentar.

No supe cómo reaccionar; no pude reaccionar, me tomó un par de horas procesar eso. Sorry, i’m not a morning person. Él empieza a trabajar a las 7 y eso de levantarse a las 5 se le da; pero yo no, mi ratón no se mueve sino hasta las 7:30 – 8 y el agua no sube al tinaco sino hasta las 10 de la mañana aproximadamente.

¿Qué puedo decir? ¡Lo adoré! Es el detalle más lindo que me han hecho en toda mi vida. Que alguien note, entienda, acepte y aliente las reverendas pendejadas que para ti tienen importancia, por más estúpidas que sean, no tiene precio. En serio, no tiene precio.

Después vino el tour a las cascadas de Agua Azul y Palenque. Amé Palenque. Oma no tanto; piensa que está más chido Chichen Itzá. Yo no estoy tan de acuerdo, se me hizo increíble. Desde siempre había tenido una fijación por no conocerla y no me defraudó nadita. No es mucho lo que se ha podido rescatar, algunas pirámides tumba, el palacio, observatorio; todo el resto de la ciudad yace bajo una selva que se la ha ido comiendo durante, me parece, casi 3,000 años. Eso fue lo que más gustó, además del diseño arquitectónico de las pirámides en sí. La mayor parte sigue cubierta de selva; podría ser que todos los cerritos de los que se ve rodeada sean nada más y nada menos que más pirámides. Según nuestro guía, los arqueólogos estiman que hay alrededor de 180 pirámides en total; no lo sabemos, no podemos estar seguros de que hay abajo, hasta que se destapen. Es casi un misterio, un mito y eso la hace aún más bella. Intriga el hecho de no saber qué hay debajo de esos árboles.


Tomás y Gertrudis en Palenque






(!Ese 'Cerro' de atrás es una Pirámide!)



Ya en Palenque, población, estábamos muertos. Después de desveladas, desmañanadas, todo el ejercicio que hicimos con todo lo que caminamos, escaleras que subimos, etc. (que insisto: ¡debería de contar como 2 meses de gimnasio!). Al menos, yo no podía con mi alma.

Palenque fue el descanso merecido. En nuestro hostal, tenían servicio de masajes. ¡UF! ¿Cómo no aprovecharlo? Delicioso. Tan mochilero nuestro viaje no fue. Aprovechamos para recorrerlo un poco. Es lindo. Siendo sinceros, yo me imaginaba un pueblucho y no, tiene una zona muy coqueta llena de Hostales/Hoteles acá bastante grandes. Y tiene una vibra bien “Amor y Paz” pachecona bien chida. Me recordó un poco a Puerto Escondido con tintes de Playa del Carmen antes de afresarse tanto. Sí, así de lindo me pareció.

Hostel Yaxkin


Danzantes


NOTA: aunque no lo crean ni Oma ni yo fumamos de la verde (yo ni nicotina); en serio, el que tengamos tendencias hippies, es porque así somos naturalmente no porque consumamos algo y sí me ofende cuando me estereotipan así. Por cierto, gracias Oma por no fumar en todo el viaje, en serio, muchísimas gracias.


En sí, no hicimos mucho, el último día nos levantamos hasta las 2 de la tarde porque olvidamos poner algún reloj y valió queso. Queríamos ir a un pueblito zapatista completamente perdido del que nos contaron que al parecer tiene unas cascadas muy bellas, pero nunca conseguimos un colectivo para lanzarnos (por lo mismo de ser zapatista, a veces sí van, a veces no). Un taxi nos cobraba $250 solamente por llevarnos y hacía alrededor de hora y media. Con eso de que yo salía a las 9 pm a Villahermosa para de ahí agarrar camión de retache de Veracrú, no era opción.

Esperen, esto fue antier, no sé porque lo redacto como ya hubiera pasado mucho tiempo. Antier todavía estaba en Chiapas. Antier todavía estaba con Oma.

Sí, esos fueron mis últimos 6 días. Románticos, dulces, divertidos; haciendo planes, diciendo idioteces, soñando en voz alta en conjunto. Estuvieron increíbles mis vacaciones; más no pude pedir. Fuera del encanto de Chiapas; me siento en la prepa, cual quincianiera. Y pensar que yo no fui la que invitó a Oma hace un mes. Un día en el DF, estábamos con la amiga con quien armé el plan, ella fue la que le dijo; yo sólo no dije nada porque sabía que no me molestaría su compañía y ¡vaya que no!

Oma:

Me hiciste el viaje inolvidable. Te quiero. Sé que somos re maletas para eso de las relaciones, ambos dos. Sé que ni si quiera creemos en las relaciones a distancia, ninguno de los dos. Pero también siento, como alguna vez mencionaste, que si con alguien parece tener sentido, es contigo. Que si hemos seguido muy en contacto y cerca todos estos años, es por algo y ahora es el momento de descubrirlo (el costo de oportunidad de no aprovechar el presente es enorme, me queda claro). Prometo solemnemente evitar hacer algo para que valga madres porque en serio sí te quiero demasiado. Todos esos esteriotipos de tu “antiguo tú” ya los estoy rompiendo; me está gustando descubrir en quién te estás convirtiendo y quiero seguir haciéndolo. ¡Te adoro Oma, gracias por estas vacaciones tan chingonas!

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