
Quienes me conocen un poco, saben que en general no me suelo llevar muy bien con la “Patrona” (como le dice mi papá, creo que eso ya denota mucho del porqué - !Ja! Y yo soy la patroncilla). Podría decirse que suele ser muy crítica y muy poco abierta a nuevas ideas. Lo que dice es lo que espera y si tomamos en cuenta que mi personalidad es un tanto rebelde (detesto me digan qué, cómo, cuándo hacer algo), ¡Kaputz! Se vuelve una 3GM constante.
Sin embargo, este año ha habido buenos cambios. Hemos logrado llevarnos un poco más. Sinceramente no sé a qué se deba, pero bendito sea ese cambio.
Hace un mes y medio se fue a Chihuahua. Mi abuela no ha estado muy bien que digamos, por lo que fue a echarle la mano a mis tíos. En consecuencia, no estuvo aquí cuando me mudé, eso fue triste, me hubiera gustado poder despedir como Dios manda. En fin, hoy llega de su viaje, por aquello del día de las madres y todo eso.
Por lo general, estos días le doy un detallito, un arreglo, tarjeta o chocolates, algo así y ya, ahí queda. Esta vez quería hacer algo especial. Mi idea original era prepararles una cena mañana a los dos en mi depa, claro con ayuda de una amiga que sí sabe cocinar (jeje). Plan que se fue al retrete porque mi papá tiene cena en el fucking Club Rotario y ya apartó a mi mamá desde temprano (¡con lo que le gusta ir al Club Rotario!). Además le compró un regalísisisisimo, el cual no puedo mencionar por este medio tan público, así que no la veré para nada mañana.
Entonces, decidí decirle que la invitaba a comer hoy. Llega justo a la hora de la comida lo que queda perfecto, paso por ella al aeropuerto, pensaba dar una vuelta por el depa para que vea cómo está quedando (queda de camino), y de ahí ver de qué tiene antojo.
Sin embargo, ayer me quedé pensando que sería un poco más chido si consigo algo rico de comer, que sepa que le guste, dejara todo listo para cuando abriera la puerta vea la mesa puesta con un arreglo sencillo pero bonito e invitarla a comer a mi casa; nosotras dos solas. Creo que es algo que le gustaría muchísimo más.
¿Ustedes qué opinan? Ustedes son más expertos en detalles que yo.
Por cierto, aquellos que aún puedan convivir con mi madre antes de llegar: ¡Chitón! No me vayan a arruinar la sorpresita.
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