El tiempo es relativo; cada quien lo vive según como lo disfruta. No sé si sea bueno o malo que se me haya hecho eterno este mes. Supongo que es irrelevante.
Según las leyendas y mitos, nos queda un año y medio más o menos de seguir caminando sobre esta tierra. Con los desastres naturales y los conflictos de los últimos años, probablemente menos; no se me haría raro viniera un verdadero sacudidón (o se desatara otra guerra mundial), pronto, MUY pronto.
Entonces, ¿qué haremos con el tiempo que “nos queda”? ¿Seguiremos pegados a la silla de nuestro trabajo, al sillón de nuestra casa, a los juegos de video o como en mi caso, a la computadora y a la BB?
Me queda claro: un cambio radical lo veo difícil; al menos yo, no usaría la paranoia colectiva como excusa para dejar de trabajar (porque si no se llega a acabar el mundo, ¿quién pagará mi depa?). Sin embargo, últimamente sí he reflexionado sobre qué y quiénes valen la pena en mi vida para empezar a alejarme de aquello que no. Llegué a la conclusión que en realidad sí prefiero estar sola, que pseudo acompañada.
Es complicado poner un límite en este mundo superfluo, materialista y hedonista para dejar de llenarse con lo que parece “conveniente.” Odio este mundo, donde sólo "me importo yo y si a caso mi núcleo familiar (...si me va bien)".
Es complicado no ser egocéntrico cuando el resto del planeta lo es.

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