LEM – Lic en Espera de Matrimonio, o también conocida como Lic en Mercadotecnia.

Mientras yo estudié merca porque me parecía tiene el medio justo entre análisis y creatividad, estrategia y publicidad, mucha gente la estudió pensando que era facilita y no tenía mates. Dumb people!

Los deptos de esta área en la mayoría de las grandes empresas están infestados de “fresas”. Gente superficial que sólo se preocupa por verse bien y el qué dirán. Evitaré criticar su criterio o intelecto porque, siendo sinceros, lo desconozco personal y directamente. Sin embargo, criticaré los estereotipos alrededor de nuestra carrera.

“Business Barbie,” a mi parecer la descripción perfecta. Sin ofender a las presentes, ¿cuál es el punto de despertase a las 5 de la mañana o antes para alaciarse el pelo, escoger qué ponerse y cargarse toneladas de maquillaje? ¿Qué no lo importante de trabajar es proponer ideas, dirigir y ejecutar proyectos? Aquí es dónde me pregunto: ¿qué es más importante la apariencia o el intelecto? Vernos espectaculares no es indispensable para sobresalir y seguir adelante, ¿o sí? ¡Ah sí! Lo olvidaba, aún viviendo en la sociedad del nuevo milenio a las mujeres nos siguen juzgando por cómo nos vemos y no cómo pensamos. Nosotras nos seguimos matando por vernos despampanantes y cumplir además con todos nuestros deberes en casa y el trabajo. El problema ahora son los demás estereotipos desarrollados en la actualidad: “beautiful plastic airhead” o “inteligent ugly Betty.” Yo, en lo personal, no sabría decir cuál prefiero ciertamente. Me opongo a ser catalogada como idiota, obvio; aunque tengo que admitir que tengo el autoestima suficiente para considerarme bastante bonita. Además tengo que aceptar que una de mis frases favoritas son: “la vanidad nunca muere,” rescatada de la publicidad “Soy Totalmente Palacio,” campaña publicitaria que en general detesto porque pinta a la mujer mexicana como completamente compraholic, vacía, calculadora y no libre (atrapada en la propia burbuja de sí misma y su clase social); aspectos con los que no me identifico, sólo con esa pequeña frase que cada que volteo a verme a un espejo recuerdo. Nota: no critiqué la campaña como tal, para el target buscado fue el mejor mensaje que pudieron lanzar, sin tomar en cuenta que de casi desaparecer la empresa, la ayudó crecer en un altísimo porcentaje.

En fin, regresemos a los depas de marketing; abundan los tacones, faldas, accesorios y demás artículos que complementan hoy en día la imagen femenina. Quiero pensar que al estar tan en contacto con el glamour de la publicidad, el perfil de los empleados debe ser al igual vanidoso. Es de aquí que puede nacer el complejo “Miss Marketing.” No estoy juzgando o castigando el quererse ver impactante, yo misma lo hago (en ciertas ocasiones, pues prefiero vestirme más relajada el 90% de mi vida, realmente no me suele molestar), estoy diciendo que hay que darle más importancia a nuestra cabeza, nuestras ideas, que a cómo se ve el estuche por fuera. Al final de cuentas, si alguien estudió la carrera y la ejerce actualmente, quiero pensar es por sus habilidades y actitudes que consiguió su posición; evalúen qué fue y sigan desarrollando esa área, no su destreza para manejar la plancha para el cabello.

Entonces, bueno, ya saben en qué parte de la empresa encontrar a las compañeras más guapas y talentosas. Yo por mi parte, seguiré desarrollándome en Recursos Humanos para dirigir mi carrera a Comunicación Interna (punto medio entre Mkt y RH).