Ayer soñé con un patán con quien tuve la osadía de andar hace algunos ayeres. Para hacerles el cuento corto, borracho narcoléptico porque cuando salíamos de fiesta se ponía tan mal que terminaba cual costal y quien tenía que cargar con su 1.90 de estatura era yo ¡Imáginense eso! Mujeriego y machista, me aplicaba la de que si estábamos enojados nos prohibía salir hasta que arregláramos nuestras broncas, por lo que nos encerrábamos días viendo la tele y por si fuera poco, los programas que el rey quería ver. ¡Toda Joyita!
¿Cómo llegué a dar con ese tesorito? No lo sé, lo conocí en un concierto, estuvo mes y medio tras mis huesitos, aplicándose duro y a la cabeza con detalles, diario con el pie en el cañón, hasta que decidí darle oportunidad de ser mi novio.
Al segundo que empezamos, cambió para volverse aquel ogro del primer párrafo. Lo peor es que estuve 4 meses sufriendo esa relación, pues estaba obstinada en querer hacer que volviera a ser el dulce y romántico tipo que me había enamorado.
Quién me conoce sabe que soy feminista de hueso colorado y que a los idiotas los mando a volar antes de investigar qué sucedió. Con él no, venía de un shock amoroso muy fuerte que me había dejado secuelas, estaba obsesionada con no ser YO quien terminara la relación. Hasta recuerdo que varias veces, cuando ya estaba hasta mi madre, me llegué a decir: “Por mí no termina esto.”
¿Qué le puedo decir? Hasta a las mejores nos sucede. Cuando se trata de relaciones es imposible poder ser tan objetiva. Lo importante fue que aprendí a poner atención a cuando estoy sufriendo en vez de disfrutando y tomar cartas en el asunto porque al final de cuentas, yo soy quien tiene el poder de decidir si ponerle fin o no a un martirio.
Querido lector, ¡usted también tiene ese poder! Así que trate de darse cuenta cuando esté en una relación más por obsesión que por gozo, tal vez pueda querer infinitamente a la otra persona, pero si la está sufriendo, usted pregúntese: ¿Vale la pena quedarse ahí?
Por cierto, si este es su caso, le recomiendo el libro “Mujeres que Aman Demasiado.” Me ayudó bastante los días subsecuentes para no retachar al vórtice del infierno.
Posts Relacionados:
¿Por qué estamos ahí?
Dependencia
miércoles, 17 de agosto de 2011
Personas que aman demasiado
Chocoaventura por
Rana Existencial
en
12:04
Debrayes
Buena Idea; Mala Idea
0 Testimonios:
Publicar un comentario