Me encanta la psicología, se me da el escuchar, observar y analizar. Pero aún no tengo la formación correcta. (Palabra clave: AÚN).
Me encanta mi trabajo, mezclo lo poco que sé de psicología, con lo que aprendí de mercadotecnia. RH con una perspectiva de Inner Marketing es lo mío. Al fin, siempre pensé que la psicología debía ser la base de la Mercadotecnia.
Me encanta la música, me encanta cantar y hasta eso no canto tan mal las rancheras en el karaoke. Sin embargo, me daría flojera dedicarme a eso. El estrellato y la vida nómada, no son lo mío.
Todas éstas, grandes pasiones de mi vida.
No obstante, a veces siento que me falta algo: como puede notar, querido lector, amo escribir. Es una de las espinitas que he tenido toda mi vida; llegó junto con mi niñez y jamás se fue de mí.
A veces me gustaría dedicarme a esto más profesionalmente. Sí, sí; ser escritora pagada sería lo mejor de lo mejor. Sin embargo, entre el gusto que le tengo a mi trabajo “de día” y el miedito de no sentirme lo suficientemente talentosa, me quedo solamente con el Bló.
No me malentienda, me encanta mi blog. Me encanta la libertad de poder escribir de lo que se me pega la gana sin tener que disculparme ante nadie. Me permite desahogarme, analizarme a mí misma y de paso entretenerlo con mis chococaventuras.
Lamentablemente, para ser franca, creo me estoy enfocando demasiado al blog; no recuerdo el último poema que escribí, la última historia que terminé. Frustrante, muy frustrante. Daría lo que fuera por recuperar las líneas.
Deséeme, querido lector, deséeme esa magia regrese a mí porque me hace falta, la extraño; era parte bonita de mí. Deséeme que algún día me atreva a mínimo hacer el intento de publicar algo porque aún sabiendo que no hay peor lucha que la que no se hace, en este momento no me tengo la fe suficiente para creer en lo que he creado hasta ahorita.
Deséeme por favor mi empático lector, que no hay nada más triste para un pseudo escritor que no poder escribir.
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