Sin embargo, me parece que cada vez son menos quienes van a alguna tienda de discos, llámese Mix Up en nuestro país, a adquirir algo.
No soy nadie para juzgar puesto que también tengo muchas canciones que he bajado gracias al LimeWire. Sin embargo, soy de aquellos en peligro de extinción que cada que entran a un Mix Up, no pueden salir con las manos vacías. Me cuesta, me cuesta evitarlo.
Me fascina comprar discos y/o películas, soy como niña chiquita en dulcería. Me gusta ver el diseño del disco per sé, del booklet, leer los agradecimientos, conocer un poco más de la banda. Es una forma indirecta de interactuar con ellos.
Si ya hicieron el esfuerzo, por qué no darles un poco de crédito. Además seamos realistas, al menos nosotros, no nos quedaremos pobres por comprar un disco.
Sinceramente, no es lo mismo verlo desde la computadora a tenerlo en tus manos.
Así que perdónenme pero discúlpenme: en verdad me molestan esos comentarios de la gente que única y exclusivamente baja música, gracias por poner un granito más a que se dejen de vender discos más pronto.

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