Ni pichas ni chachas ni dejas batear...

Es fácil alejarse de un patán que no sabe tratarte bien; aquellos quienes de plano no quieren/pueden estar contigo y tienen escrito en la frente: "Aléjate, te voy a lastimar." Lo sé, nada difícil. Bueno, si aún con todas estas señas no nos alejamos, esa es OTRA historia.

Pero ¿qué sucede con aquellos que ni pichan ni cachan ni dejan batear? Los que por definición no te tratan mal, a veces todo lo contrario. Sin embargo, tampoco se aplican como se debe; no saben cómo.

Un tiempo son prince charming, en todos los sentidos. Mucha química, mucha atracción, mucho cariño y de repente, al otro se vuelven distantes. No concluyen. Se alejan un tiempo, pero para nuestro mal, regresan.

No hacen nada para aplicarse como se deben, pero tampoco algo definitivo para decidir mandarlos al diablo.

El problema es que nos ganan por completo con la primera faceta. Nos aferramos a esa y justificamos la segunda sintiendo que pueden volver a ser como antes (vimos que TIENEN el potencial). No queremos quedarnos con la duda. No queremos preguntarnos más adelante qué hubiera pasado si no lo hubiera mandado al carajo. Eso nos detiene. Nos mantiene estancadas ahí; aún sabiendo que no nos convienen.

En ese estira y afloja de “ver qué hacen,” se pasa el tiempo TAN rápidamente. Abrimos los ojos y vemos que dejamos pasar no meses, en muchos casos, años.

Sí, maestros en el arte de causar confusión.

Entonces, he aquí mi pregunta de nuevo: A esos qué les hacemos?


.... Inspirado en...
No, creo que no puedo mencionarlo, sólo espero algún día le digas: "BASTA."