Un poquito de mi Vera

Generalmente, cuando escribo sobre el Puerto es para quejarme del poco Rock o de alguna otra cosa. Sin embargo, como todos lados, tiene tanto sus pros como contras. Las quejas ya las conocen, ahora el lado amable de la moneda:

Nunca hago más de 15 minutos a mi trabajo, inclusive viviendo ya en otro municipio, por donde pasó el diablo, ni si quiera en el mero Puerto o Boca del Río. Casi nunca hay tráfico; es muy tranquilo. Un día te rinde para trabajar tus 8 – 10 horas, ir al gym y si quieres incluso salir un rato sin necesidad de desvelarte mucho. ¿Quiénes pueden darse ese lujo en la Ciudad? Además no es como cualquier ciudad playera; es lo suficientemente grande como para que la temporada baja no se sienta.



Es chido vivir en la playa, adoro eso. Realmente no hace nada de frío (lo cual para alguien tan friolenta como yo, es excelente). Además con un simple fonazo o un mensajito se puede armar un plan: chelas en la playa, parrillada en alguna alberca; no es necesario manejar una o 4 horas, dependiendo, para lanzarse.

La ciudad tiene sus detalles, antiguos edificios, los viejitos danzoneros, sus fandangos de sones jarochos, etc. Osea, siendo sinceros, no hay muchos museos ni lugares de dónde escoger para salir, eso que ni qué. Aún así, tiene sus encantos que ayudan a salir de la monotonía de vez en cuando.



Y pues bueno, el estado de Veracruz tiene la cualidad de que cada región es completamente diferente a las demás, por aquello de la extensión territorial. Por lo tanto, salir a turistear se vuelve una actividad sencilla y muy recomendable.





En fin, como ya mencioné, no es del todo feo vivir aquí. No será tan cosmopolita como otras zonas, pero sí es bello el estado donde nací.


PD: ninguna de las fotos es mía, un beso a quienes se las volé jeje :P