Big Questionmarks of our lives!

No hay nada peor que quedarse con la duda. Por lo menos, así es en mi caso. Eso ha sido de los mayores ejes de mi vida, motor de muchas de mis acciones (es decir: mi excusa para ser impulsiva cuando la situación lo merezca). Sí, tengo algo de “thinker”, pero me considero más bien “doer” en gran medida. Generalmente, cuando hay algo que quiero hacer, lo hago, no me suelo quedar con las ganas. Bueno, lo hacía y no me solía quedar con las ganas.

Lamentablemente, si algo que he aprendido con mi BASTA experiencia de 25ñiera, es que conforme pasan los años nos volvemos más titubeantes, concienzudos a la hora de analizar pros y contras de cada acción o situación. Dejamos de hacer lo que queremos por llenar expectativas de otros, miedo, confusión, desidia, etc. Dejamos d escuchar nuestra propia voz interna. Algunos le llaman a esto madurar; no sabría decir si realmente lo sea porque en ocasiones es sólo limitarnos. Me remito a la actual publicidad de cerveza Sol (comercial NO pagado por la marca): deberíamos de inventarnos un día para hacer todo aquello que siempre quisimos hacer.



¿Tú qué harías ese día?